Mikel Landa, que dejó atrás al grupo de favoritos en la subida al Tourmalet, a poco menos de 100 km de la meta de la decimonovena etapa del Tour de Francia, llegó a ocupar virtualmente el segundo puesto en la general, para ser alcanzado en el último puerto, el Aubisque.

"Cuando he arrancado, sabía que era muy difícil, aunque por un momento he pensado que era posible y en otro que no. Pero había que pelear hasta el último momento", afirmó el ciclista vasco.

A falta de unos 55 km para la meta, llegó a tener una ventaja de tres minutos y medio sobre los favoritos, lo que le colocaba de forma virtual en segunda posición en la general, detrás del galés Geraint Thomas.

Cuando se le preguntó si soñó con algo en ese momento, reconoció que sí.

"He soñado con el triunfo de etapa y con el podio", contestó.

Al final, fue alcanzado en la cima del Aubisque, la última gran dificultad de la jornada, a poco más de 20 km para la meta.

Landa entraría en la llegada en Laruns a 19 segundos del ganador de la etapa, el esloveno Primoz Roglic, junto a todos los favoritos, con excepción de su compañero Nairo Quintana.

El colombiano, tras las heridas sufridas en una caída del jueves, perdió contacto con sus rivales en la subida al Aubisque y entró 19º en la meta, a más de siete minutos, bajando de la quinta a la novena plaza.

Landa, por su parte, ascendió de la séptima a la sexta plaza en la general, a 4 minutos y 40 segundos de Thomas.

- Sexto en la general -"Nairo estaba con ganas, no tan fresco pero se encontraba bien. Pero al final le afectó el daño que se había hecho en la caída del jueves", dijo sobre su compañero.

"Había que probar"

El vasco estaba contento con la decisión de atacar pronto. "Había que probar de lejos. El equipo ha hecho un buen trabajo", afirmó.

El costarricense de su equipo Andrey Amador le ayudó en un primer momento en la escapada. "Ha hecho un trabajo increíble", dijo.

"Al final nos agarraron y nos hemos quedado fuera de la disputa de la etapa. Lo hemos intentado. Los compañeros de viaje no son siempre lo que uno querría", comentó en referencia a los otros ciclistas que componían su escapada, que llegó a ser de una decena, y que no colaboraban por intereses diferentes.

El corredor de 28 años, que fue cuarto en la general el año pasado con el Sky, ganó el premio de la combatividad de la etapa.

"Ha sido un Tour en el que he tenido de todo. He tenido momentos buenos y malos", afirmó.

Cuando solo resta la contrarreloj individual del sábado, de 31 km, antes del 'paseo' por los Campos Elíseos de París el domingo, Landa intentará conservar la sexta plaza. "Trataré de hacer una buena contrarreloj, para asentarme", señaló.

La evaluación de su actuación en el Tour, es positiva. "Es la primera vez que vine a hacer algo. El año pasado fui cuarto, no voy a decir de rebote, pero sin buscar nada (su misión era ayudar a su jefe de filas en el Sky). Por lo que me quedo satisfecho", concluyó