El esloveno Primoz Roglic (Zagorje ob Savi, 28 años), en su segundo Tour de Francia, está dispuesto a dar el salto de su vida con la bicicleta si este sábado logra un puesto en el podio tras la crono de Espelette.

Saltos, pero con los esquís, ya dio unos cuentos con su primer deporte, donde logró como juvenil el título mundial por equipos en 2007. Como no pudo llegar a la élite en esa disciplina, optó por la bicicleta.

Este año ya despegó con su triunfo en la Vuelta al País Vasco hacia horizontes desconocidos. Y en la última etapa pirenaica el vuelo fue sobre dos ruedas, bajando el Aubisque, donde cimentó su victoria y el brinco al tercer puesto de la general, desalojando del podio al británico Chris Froome.

"Volar es bonito, pero bajar un puerto también es emocionante", dijo tras ganar la 'Itzulia'-

Roglic, subcampeón del mundo contrarreloj, ya sabe lo que es ganar etapas en el Tour y Giro de Italia, pero si soñaba con ser campeón con los esquís, ahora con la bicicleta quiere apuntar muy alto.

Cinco años después de colgar los esquís, en el Giro 2016 se dio a conocer al gran público con una victoria contra el crono en Chianti.

A Roglic le gustaba mucho el ciclismo, pero la frustración de no llegar a la elite con los esquís en sus pies le hundió la moral. Nunca llegó a competir en pruebas de la Copa del Mundo, pero sí logró dos triunfos en la Copa Continental, la segunda división de este deporte, y a nivel profesional llegó a competir en el Grand Prix de Verano en tres pruebas en 2006.

Roglic recordó el pasado año en Instragam una caída sufrida diez años atrás, cuando era saltador:

El esloveno voló muy alto durante cuatro temporadas, hasta su retirada definitiva en 2012 para intentar dedicarse de lleno al ciclismo, su otra gran pasión tras los saltos.

Fuera de la nieve, y en el año 2013, fichó por el equipo de su país Adria Mobil. Y enseguida llegaron los resultados.

En 2015 fue segundo en el Tour de Croacia y ganó el Tour de Azerbaiyán y el Tour de Eslovenia, ganando además varias etapas. Los técnicos del Lotto-Jumbo tomaron nota y le ofrecieron un contrato en la máxima categoría de ciclismo para la presente temporada.

Una publicación de Roglic en Instagram que muestra imágenes en las que celebra sus triunfos imitando el saludo de los saltadores de esquí:

Un año más tarde se estrenó en el Giro y en 2017 se presentó en sociedad en el Tour de Francia con una etapa en línea en Serre Chevalier. Un año mágico, su gran salto, con la general además en la Vuelta al Algarve, 2 etapas en el País Vasco y otra en Romandía.

Una progresión imparable

La progresión parece imparable, pues esta temporada logró alzar los brazos en una etapa de la Tirreno Adriático y el maillot amarillo de la Itzulia.

"Cuando era esquiador quería ser el mejor del mundo, luego en el ciclismo soñaba con lo mismo, ahora con destacar es suficiente, pero veremos hasta donde puedo llegar. Es cuestión de controlar la mente".

"La comparación es difícil. Soy el único esquiador en el ciclismo. La experiencia es buena pero el mundo del pedal es distinto. De todas formas lo que se aprende en un deporte sirve para otro. En un salto de esquí vuelas y es bonito, pero bajar un puerto a gran velocidad también lo disfrutas". Palabra del hombre pájaro que despega en el Tour de Francia.