El Tour abandona Bélgica para adentrarse en su terreno natural, Francia, con una etapa larga, 215 kilómetros con final en la Champaña que los organizadores han querido salpicar de dificultades, con la traca final que posiblemente impedirá un "sprint" masivo.

Si la primera parte del recorrido, con salida en Binche, un último homenaje al ciclismo belga, está pensada para que el viento pueda jugar un papel preponderante, con la posible formación de abanicos, el final es más accidentado.

Cuatro puertos en los últimos 40 kilómetros, aunque de cuarta y tercera categoría, van a dificultar que ningún equipo pueda controlar la etapa.

Terreno apropiado para los ataques, con cotas de relativa importancia, como Mutgny y su pendiente media del 12 %, para lanzar aventuras de cara a la victoria de etapa.

Sin olvidar el final, que aunque sin categoría, se define en las calles de Epernay, capital del champán, con un muro final al 15 % de desnivel.

Terreno suficiente para que el Tour de Francia viva un tercer maillot amarillo en tres días.

Etapa 3: Binche - Epernay, 205 kilómetros

Salida: 12.10 horas

Llegada prevista: 17.34

Montaña

Cote de Nanteuil-la-Foret (4a), a 173 kilómetros

Cote d'Hautvillers (3a) a 185,5

Cote de Champillon (3a) a 190

Cote de Matugny (3a) a 190.