El último capítulo pirenaico de la edición del Tour de Francia servirá para descubrir el inédito Prat d'Albis, que alberga la meta de una jornada que sigue al mítico Tourmalet.

Esta cima, catalogada de primera categoría, será el punto culminante de una etapa que comenzará en Limoux y que en sus 185 kilómetros propone una sucesión de cuatro puertos para completar un desnivel total de 4.700 metros.

Si la primera parte es más cómoda, a partir del kilómetro 108 se suceden el puerto de Lers, el Muro de Péguere, que contará con una bonificación suplementaria, y la última ascensión a Albis.

A diferencia de la etapa del Tourmalet, corta y nerviosa, se trata de una etapa de paciencia, con terreno para todo tipo de aventuras, pero con puertos menos duros y todos ellos por debajo de los 2.000 metros.

Los candidatos a la general tendrán terreno para proponer ataques, al igual que los que busquen escapadas.

Albis, que se alza sobre la ciudad de Foix, se subirá por vez primera, 11,8 kilómetros al 6,9 % de pendiente media por una carretera estrecha y serpenteante que conduce a un lugar deshabitado, donde sólo se ven vacas y cabras.

Una sorpresa con la que los organizadores pretenden romper las costumbres y obligar a adaptarse a los corredores.

Etapa 15: Limoux - Foix, 185 kilómetros

Salida: 12.10 horas

Llegada prevista: 17.23

Montaña:

Col de Montségur (2a), a 125 kilómetros de meta

Port de Lerns (1a), 11,4 km al 7,9 %, a 64 km

Mur de Péguère (1a), 9,3 km al 7,9 %, a 38 km

Prat d'Albis (1a), 11,8 km al 6,9 %.