Miguel Soro (Xátiva, 43 años), el pintor del ciclismo clásico, fue capaz de reunir en torno a sus obras expuestas en el Museo de Bellas Artes de Pau a campeones del Tour como Bernard Hinault, Joop Zoetemelk y Bernard Thevenet y míticos clasicómanos como Duclos Lassalle.

En el centenario del maillot amarillo, el exciclista valenciano emocionó a las leyendas que se vieron reflejados en sus lienzos. En una edición del Tour precisamente sin ciclistas valencianos por tercer año consecutivo.

Soro era aún ciclista aficionado cuando empezó a pintar en la zona del Rabal, en Xátiva, donde hay tradición pictórica. Un grupo de amigos le convencieron para divertirse con los pinceles y aceptó. Así nació un artista de referencia en la pintura de temática ciclista, y así empezó a declinar un ciclista que no encontró medios económicos para vivir de la bicicleta.

El ciclismo se mamó en su casa desde siempre: su padre era aficionado y dos tíos competían con un equipo de la tierra. Miguel empezó a montar en bicicleta a los 9 años en la escuela de Xátiva, dirigida por el padre de Pascual Momparler, actual seleccionador nacional.

Pasó por todas la categorías, y con ciertos éxitos. En juveniles acudió al Mundial de 1994 que ganó Miguel Morrás, donde compartió la hazaña con Pablo Lastras, Paco Mancebo y Eladio Jiménez. "España", recuerda, "ganó el primer mundial en ruta".

En aficionados militó 3 años en el Banaka, donde ganó etapas en el Circuito Montañés, la Vuelta a Álava, y Valencia. Era rápido, "un esprinter buenillo", lo que le permitió dar pinceladas en el campo profesional en el Matesica de Portugal, donde ganó dos etapas al esprint, "una a Treversoni", y luego en el Miche italiano.

A los 28 años no vio futuro ni dinero para sobrevivir, por lo tanto adoptó tres palabras claves en el mundo del ciclismo: " "constancia, trabajo, y esfuerzo" y cambió de rumbo.

"Como el dinero para vivir no llegaba trabajé en las naranjas y en el yeso. No era fácil vivir de la pintura", rememora. Por lo tanto se puso a trabajar en la tienda de bicis del exprofesional Salvador Sanchís, ciclista de la época de Delgado, donde mezcló sus dos pasiones, ciclismo y pintura. Y decidió pintar motivos ciclistas.

Cambio radical

La vida le cambió con aquella decisión. Aunque a veces se relaja pintando paisajes al aire libre, su pasión es crear sobre lienzo y con la técnica del college su pasión ciclista, con sus ídolos preferidos.

"Soy pasional y pinto lo que me gusta, con el ciclismo transmito todos mis sentimientos, es mi tema. Desde pequeño he oído hablar de Bartali, Merckx, Coppi... de eso se hablaba en casa".

Soro tiene un historial lleno de premios y reconocimientos. En sus "collages" pega "todo lo que significa algo para mi". Pura pasión pintado héroes desde hace 7 años.

Se trata de un pintor que se ha adoptado con los pinceles la velocidad de los esprinter, como era él sobre la bici. En los concursos de pintura rápida en una referencia al triunfo.

"Me gusta la pintura rápida y al natural porque me suelta mucho, me relaja, y me hace resolutivo. Respeto la pintura realista, pero prefiero algo mas expresivo, donde pueda volcar mis sentimientos".

El artista valenciano apenas daba crédito en su exposición de Pau al hecho de recibir la visita de grandes mitos del ciclismo y del Tour, de esos que le hablaba su padre. Me gusta la época de los años 30 hasta los 60, el viejo ciclismo de colores grises que representan aquellos tiempos. Me gusta Coppi y es el que me permite vivir".

Coppi. Nombre clave. Soro es un artista muy reconocido en Italia. En aquel país expone 5 veces al año, pero este 2019 es muy especial. Su obra y la figura del "campeonissimo" irán unidas con su obra.

Con motivo del centenario del nacimiento de Fausto Coppi, y dentro de los diversos actos que tendrán lugar en Castellania, provincia de Alessandria, donde nació el ciclista, el pintor español cerrará la efemérides con una exposición en el Palazzio de Monferrato, desde septiembre hasta la primera semana de enero.

Además las autoridades de la comarca pondrán reproducciones de sus cuadros en diversos soportes en las carreteras por donde entrenaba Coppi, para que los aficionados se vayan recreando y motivando con la imagen de tan ilustre vecino.

Soro admira la leyenda de José Manuel Fuente, "El Tarangu", a Luis Ocaña, que "era Dios", y de los ciclistas actuales a Alejandro Valverde, Peter Sagan. Al murciano le hará pronto un cuadro que la Comunitat Valenciana regalará al campeón mundial.

Entre cuadro y cuadro, Soro sigue el Tour de Francia, "un evento enorme dentro del ciclismo", pero su devoción se detiene más con las clásicas. "De pequeño no soñaba con el Tour, sino con correr algún día la París Roubaix".