Cambio de registro en la segunda etapa alpina el Tour de Francia, marcada también por los pasos por encima de los 2.000 metros, pero a diferencia de la víspera concentrados en apenas 126 kilómetros y con final en alto.

El pelotón superará su techo, situado en los 2.770 metros de Iseran, donde se repartirán unos puntos extra de bonificación y cuya cima está a 37,5 kilómetros de la meta, situada en la cima de Tignes, la estación de esquí más alta de Europa, a 2.113 metros.

Todo en ello en una jornada nerviosa, tensa, sin reposo, con dos puertos de tercera y un segunda en los 70 primeros kilómetros antes de afrontar los 12,9 kilómetros de ascenso a Iseran, un puerto que el Tour asciende pocas veces, la carretera asfaltada más alta de Europa, con una pendiente media del 7,5% que suele ser decisiva.

Los organizadores han elegido la pendiente menos larga pero más abrupta, la cara sur para esta octava ascensión en la historia centenaria de la carrera.

Por tercera vez ascenderán a Tignes, 7,4 kilómetros al 7% de desnivel, que acoge una de las metas más duras de la edición a dos días de la llegada a París.

La fatiga de la víspera y la perspectiva del día siguiente también serán tenidos en cuenta a la hora de afrontar la segunda jornada alpina.

Etapa 19: Sain-Jean-de-Maurienne - Tignes, 126,5 kilómetros

Salida: 13.55 horas

Llegada prevista: 17.35

Montaña:

Cota de Saint-André (3a), a 101,5 de meta.

Montée d'Aussois (2a), a 88,5

Col de la Madeleine (3a), a 63

Iseran (E), 12,9 km al 7,5%, a 37,5

Tignes (1a), 7,4 km al 7%, meta.