En un final agónico, el campeón de Italia, Davide Formolo (UAE Emirates), firmó una victoria heroica en solitario en la tercera etapa del Criterium del Dauphiné, disputada entre Corenc y Saint Martin de Belleville, de 157 kilómetros, en la que el esloveno Primoz Roglic, segundo clasificado, arañó tiempo a sus rivales directos.

En fuga desde el ascenso a La Madeleine, Formolo (Negrar, Veneto, 27 años), aguantó la presión del grupo perseguidor de favoritos hasta la línea de meta, donde exhausto levantó los brazos como vencedor con un tiempo de 4h.06.56, aún con 33 segundos de ventaja sobre Roglic, que arañó 6 segundos de bonificación, Pinot, Buchmann, Daniel Martínez, Mikel Landa y Pogacar.

Un nuevo bocado, pequeño pero sabroso, para Roglic, quien en su arreón final se cobró en total 15 segundos sobre los colombianos Egan Bernal y Nairo Quintana, dos rivales directos que van cediendo día a día.

Si Mikel Landa volvió a entrar con los mejores, no hicieron los mismo los líderes del Movistar, en caída libre. Enric Mas y Alejandro Valverde se dejaron 2.18 y 5.30 minutos respectivamente.

Otro paso para Roglic, dominador tanto él como su equipo en el ensayo general del Tour de Francia. El ganador de la Vuelta afrontará el fin de semana montañoso con Pinot y Buchmann como enemigos principales a 14 y 20 segundos. El francés Guillaume Martin es cuarto a 24 y Landa quinto a 26. Bajan posiciones Bernal, séptimo a 31, Supermán López octavo a 32 y Nairo Quintana noveno a 35.

Fuga valiente

Otra jornada con aroma Tour que incluía solo dos puertos, el primero de ellos el legendario de La Madeleine, de categoría especial y primero de la temporada por encima del techo de los 2.000 metros.

Se tomó la salida con buen sol, las bajas de Dan Martin y el español Juanpe López, con fracturas por la caída del jueves; el optimismo de Froome a pesar de andar perdido en la general y las ganas de revancha no cumplidas de Bernal ante el primer golpe de autoridad de Roglic.

Una escapada de 9 trató de amenizar aún lejos de la Madeleine. Nada preocupante para la general, pues el mejor clasificado era Davide Formolo (UAE), a 5 minutos del líder. No obstante, los hombres de Roglic asumieron la gestión de la fuga tras un comienzo supersónico que cubrió 50 kilómetros en la primera hora de carrera.

Formolo quiso lucir el maillot tricolor a fondo, y a fe que lo logró, pues se quedó al frente de la carrera subiendo La Madeleine, coronó en solitario tras 17 kilómetros de ascenso al 8,3 por ciento con una ventaja que le situaba líder provisional de la general y se lanzó al descenso ajeno al rosario de perseguidores y al grupo principal, donde el Arkea de Quintana colaboró con el Jumbo.

Jumbo no alcanza al héroe

El fugitivo italiano seguía rebelde en las primeras rampas, las más difíciles, del Col de Saint Martin de Belleville que conducía a meta tras 14,8 kms al 6 por ciento. Van Aert, el primer líder y ganador en el Dauphiné, fue el encargado de marcar un ritmo elevado en la aproximación al puerto.

El esfuerzo del belga triple campeón mundial de ciclocrós trataba de quitar a Formolo el sueño de la etapa. A 12 de la cima la ventaja del ciclista del Véneto era de 3.25 minutos.

Van Aert se echó a un lado a 10 de meta para dejar el mando a Tom Dumoulin, otra locomotora. Aquí manda el Jumbo, que deja claro al Ineos de Bernal quien impone la hegemonía a dos semanas del Tour. Poco después Alejandro Valverde se dejó caer a cola de pelotón, el murciano lejos de su mejor forma y de disputar con la clase alta del Dauphiné.

Bocado de Roglic

Una piedra saltó en la maquinaria del Jumbo con el ataque del alemán del Bora Lennard Kamna a 5,5 de la cima. Un movimiento que podía ser clave para el hundimiento definitivo de Formolo, que ya sufría los rigores de su larga y arriesgada aventura.

Pero Formolo apretó los dientes y tirando de riñones, con paso a veces vacilante, sacó fuerzas de flaqueza para entrar en meta en solitario, celebrando una victoria épica, poco probable cuando saltó en La Madeleine.

Mientras Formolo, ganador de una etapa del Giro 2015 y dos veces décimos en la carrera rosa, vivía su fiesta, por detrás un grupo de 8 corredores desató la batalla por las bonificaciones. De nuevo Roglic apretó en el momento justo para abrir unos metros y pescar la recompensa, y de paso sacar a relucir la flaqueza de Bernal, quien no respondió al acelerón final del esloveno.Este sábado la cuarta etapa llevará al pelotón de Ugine a Megève

con un recorrido de 157 kilómetros. Batalla por todo lo alto con 7 puertos que acumulan 4.700 metros de desnivel. El ascenso definitivo es un segunda de 7,4 kms al 4,8 por ciento. Otra cita clave para la refriega entre favoritos.