El Tour de Francia se despedirá el jueves de la alta montaña con una última jornada alpina en la que la general quedará a expensas de la sentencia definitiva que dictará la contrarreloj de La Planche des Belles Filles.

Los 175 kilómetros entre Méribiel y La Roche su Foron ofrecen a los escaladores la postrera oportunidad de desvelar sus cartas en el Tour, con cinco puertos, aunque la meta está a 30 kilómetros de la cima del último de ellos.

Se trata de un recorrido clásico de los Alpes, con cimas conocidas que se encadenan para totalizar un desnivel de 4.000 metros, sin reposo hasta la meta.

El pelotón atravesará montañas que tienen inscrito su nombre en la historia del Tour, Roselend, que se quedó fuera el año pasado por las tormentas que recortaron las últimas etapas, o Aravis, que entró en la historia de la carrera en 1911, al mismo tiempo que el Galibier.

Pero el picante de la jornada vendrá con el ascenso a les Glières, un lugar que aúna la dificultad deportiva y el recuerdo histórico de la resistencia contra el invasor nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

En este macizo se refugiaron cientos de esos resistentes, muchos de ellos españoles, hasta que fueron masacrados en mazo de 1944 por el ejército alemán, mucho más numeroso y armado.

Rearmados desde el aire, lograron rehacerse hasta el punto de que en el imaginario de la resistencia firmaron la primera victoria únicamente francesa contra los nazis.

Sus carreteras servirán ahora de escenario a una última batalla por la general, con una sorpresa final: Los 6 kilómetros de subida al 11,2 % de pendiente media culminan en los dos últimos en una carretera pedregosa, no asfaltada, donde la dificultad deportiva agregará la épica.

"Se suma una dimensión estética, histórica y deportiva", señala el director del Tour, Christian Prudhomme, deseoso de reconstruir en el siglo XXI las condiciones de carrera de los años 50, cuando la mayor parte de las carreteras no estaban asfaltadas.

Aunque les Glières no son desconocidos para los ciclistas, ya que se subieron por última vez en 2018, su terreno ofrece opciones de ataques, además del factor sorpresa que pueda suponer una avería mecánica en su superficie irregular, con dificultades para recibir asistencia en medio de la polvoreda que levantará el paso de los ciclistas.

18ª etapa: Méribel - La Roche sur Foron, 175 kilómetros

Salida:

12.30 (10.30 GMT)

Llegada prevista:

17.28 (15.28 GMT)

Montaña:

Cormet de Roselend (1ª, 18,5 km al 6,1 %), a 129 km de meta

Cota de la route des Villes (3ª), a 107,5 de meta

Col de Saisies (2ª), a 84 de meta

Col des Aravis (1ª, 6,7 km al 7 %), a 57,5 de meta

Plateau des Glières (Especial, 6 km al 11,2 %), a 31,5 de meta, bonificado.