El entrenador del Valencia Basket, Paco Olmos, dio ayer en la diana al resumir el partido en una frase. «Estamos en pañales, pero no es excusa, en 15 días empieza la competición». Mucho trabajo le queda por delante al técnico para acoplar a una plantilla que presentó en la final de la Lliga Valenciana a cuatro jugadores recién llegados del Eurobasket —Claver, De Colo, Pietrus y Markovic—, que acusaron, al igual que el resto del equipo, un total desconocimiento de sus nuevos compañeros. Además la falta de intensidad, sobre todo en la primera mitad, unida a las pérdidas de balón y a un cierto desorden en los sistemas ofensivos y defensivos —lógico por otra parte a estas alturas de pretemporada— dejaron en bandeja la victoria a un Lucentum Alicante más rodado e implicado en el encuentro disputado en La Nucia.

Demasiado pronto se notó la excesiva diferencia de rodaje entre los dos conjuntos, ya que tras un tuteo inicial (10-8, min. 4) los de Txus Vidorreta empezaron a marcar las distancias con un parcial de 0-10 (10-18, min. 8). El quinteto compuesto por San Miguel, Martínez, Caner-Medley, Lishchuk y Kuksiks —en lugar del teórico tres titular, Claver— aguantó como pudo el ritmo, hasta que comenzó el carrusel de cambios y menos mal que entró en pista Nando De Colo, quien dio la frescura necesaria al equipo en un momento en el que nadie veía con facilidad el aro rival. Gracias a los nueve puntos del francés el Valencia BC tan solo acabó el primer cuarto cinco abajo (19-23, min. 10).

En los compases iniciales del segundo acto los taronja conseguirían empatar con un triple de Stefan Markovic (25-25, min. 12), pero un acertado Lucentum daría un estirón a la postre definitivo. Un triple del alero croata Mario Stojic y otros dos consecutivos del escolta estadounidense Jeremy Hazell lanzarían a los lucentinos en el luminoso, un parcial que se ampliaría hasta el 0-14, con acciones de Kyle Singler y Mohamed Kone (25-39, min. 19). Una sangría de siete minutos que Caner-Medley cortó con un tiro libre, pero que Kone estiró hasta el 1-16 sobre la bocina (26-41, min. 20).

Sin duda se habían visto los peores minutos del VBC esta pretemporada y el paso por los vestuarios fue un completo alivio. Los de Paco Olmos intentarían reaccionar en la reanudación, pero el juego desplegado no acompañaba. Errores en los pases, desacierto en el tiro y falta de ajustes en defensa. Cada canasta que materializaba el equipo taronja era contestada por un triple y las diferencias se mantenían por encima de los dos dígitos (26-44; 37-50; 43-55; 45-61). Hasta cinco triples sumó el Lucentum en el tercer periodo, y ni la única ocasión que se bajó de los diez puntos (43-52, min. 27) puso nervioso al otro representante de la Comunitat Valenciana en la próxima Liga Endesa. El VBC había demostrado más implicación y ganas en ese intervalo, pero los desajustes se pagaban muy caros y al comienzo del último cuarto se llegó a la máxima

desventaja de -23, como no, tras otro triple, en este caso, del alero Kyle Singler. (45-68, min. 33).

Olmos se vio obligado a solicitar un tiempo muerto. El resultado ya era lo de menos, pero el equipo debía ofrecer algo más pese a la falta evidente de acoplamiento. El objetivo era defender cada jugada como en un entreno sin pensar más allá y con un poco de orgullo el VBC consiguió un parcial a su favor de 10-0, (55-68, min. 36). De ahí hasta el final los taronja, al menos no tiraron el partido ni bajaron los brazos. Lo importante era acabar con un buen sabor de boca y en los últimos cuatro minutos el tanteo se decantó 12-10 para los que ayer estrenaron el equipaje de la campaña 2011/2012, una temporada para la que quedan aún 13 días para ponerse a tono.