Cambia la competición y, por tanto, el Valencia Basket debe volver a cambiar el chip. Ese que, como quedó demostrado hace 48 horas en Zaragoza, no le termina de funcionar en la Liga Endesa pero que en el torneo continental está dando muy buenos resultados. No en vano, y más tras analizar cómo se está desarrollando la temporada, es en la Eurocopa donde están depositadas las mayores esperanzas del club taronja.

Esperanzas que pasan, sobre todo, por no dar más pasos atrás —como lo fue quedarse fuera de la Copa del Rey— y por intentar seguir creciendo al igual que se hizo las dos últimas campañas de la mano de Neven Spahija y Svetislav Pesic. Será otro balcánico, en este caso Velimir Perasovic, el encargado de reconducir una nave que no acaba de encontrar el rumbo y que, por momentos, navega a la deriva —el último cuarto ante el CAI es el mejor ejemplo—.

El técnico croata, precisamente, se estrena hoy en el banquilo de La Fonteta ante los que sobre el papel serán sus aficionados, como mínimo, hasta el mes de junio. Ese debut, además, vendrá marcado por la posibilidad de certificar la clasificación para cuartos de final e incluso, en el mejor de los casos, hacerlo matemáticamente como primero de grupo. Para ello bastaría con ganar —eso ya vale para acceder a cuartos— y que el BCM Gravelines superase al VEF Riga en el otro encuentro de la jornada. De esta forma, el Valencia Basket certificaría también el primer puesto ya que contaría con cuatro victorias por sólo dos del CEZ Nymburk —con el basket average ganado— y una de BCM Gravelines y de VEF Riga. Así, a falta de todavía dos encuentros para la conclusión del Last 16, los taronja tendrían ya asegurado un cruce más asequible en la siguiente ronda y Perasovic tendría la opción de utilizar esos dos compromisos como banco de pruebas.

Pero para eso el primer paso es superar al Nymburk, un equipo que se quedó a tan sólo un paso de disputar la presente edición de la Euroliga. El conjunto dirigido por Ronen Ginzburg jugó una de las dos eliminatorias que daban paso a participar en la máxima competición europea, pero cayeron en la final ante el anfitrión, el Spirou Charleroi por 53-79. Una de sus grandes virtudes, como quedó demostrado el pasado martes, radica en una línea exterior muy peligrosa y con una alta capacidad de anotación. La defensa sobre hombres como Abrams, Simmons y Pumprla será determinante, así como la capacidad del Valencia Basket para sacar ventaja en una pintura que esta noche estará muy mermada.

Serhiy Lishchuk es baja

Serhiy Lishchuk será baja esta noche debido a una microrrotura fibrilar en el gemelo de la pierna derecha que se produjo ayer durante el entrenamiento. Dependiendo de su evolución, también es dudosa su participación en el partido del próximo domingo ante Lagun Aro GBC en la Liga Endesa. Además del pívot ucraniano, para este encuentro Velimir Perasovic mantendrá la baja de Stefan Markovic, aunque podría recuperar a AJ Ogilvy, que lleva semanas fuera del equipo por una lesión en el tobillo y cuyas sensaciones en las próximas horas dictaminarán su concurso esta noche. Tanto el base serbio como el pívot australiano comenzaron ayer a entrenar con el grupo.