El Valencia Basket, pese a no exhibir un buen juego y hacer patentes preocupantes carencias, selló en Málaga una victoria balsámica que debe servirle para continuar dando pasos adelante en lo que resta de temporada. Lo más positivo, al margen del triunfo, fue la actitud defensiva de un equipo que en ataque tiene todavía mucho trabajo por delante.

La primera parte tuvo muchísimas cosas, y casi ninguna buena del conjunto valenciano. Tan sólo el buen trabajo defensivo y el ´despertar´ de los tres minutos previos al descanso se salvaron de un inicio de encuentro difícilmente calificable. No obstante, si hubiera que emplear un adjetivo sería surrealista pues aunque el Unicaja era el que tenía más presión y nervios, lo del conjunto taronja todavía fue peor. No en vano, tras un arranque serio, sobre todo atrás, en el que parecía que por fin podían empezar a verse cosas muy interesantes (2-5; min. 3), el Valencia Basket desapareció completamente del partido. Tanto, que los errores locales acabaron convirtiéndose en virtudes y sus nervios dieron paso a un placentero ´paseo en barca´.

Fue tal el desastre ofensivo del equipo, en el que los egos e individualismos se olvidaron una vez más del colectivo, que los valencianos se atascaron en 6 puntos durante casi siete minutos. El parcial de 15-1 no dejaba lugar a dudas (17-6; min. 12). Menos mal que el Unicaja, que cerró el primer acto con una valoración de 21 por 0 de los de La Fonteta, tampoco estaba excesivamente acertado y su juego también dejaba mucho que desear. Aún así, la puesta en escena ofensiva del VBC era horrible, paupérrima e incluso desesperante —inoperantes en la pintura y llegando a acumular hasta un 0/9 desde el 6,75—. Zoric primero y posteriormente Freeland lo aprovecharon para instaurar la máxima renta andaluza en el luminoso (29-16; min. 17), al tiempo que Lishchuk se cargó con la tercera falta personal y se encaminó directamente al banquillo.

Una falta que acabaría siendo determinante ya que con Faverani de ´5´ y Claver de ´4´ llegó la reacción taronja gracias a un parcial de 0-9 en apenas dos minutos (29-25; min. 19). El VBC, por fin, había encontrado el camino del aro malagueño y quería creer en sus posibilidades. Pero para eso necesitaba mayor regularidad, mantener la intensidad defensiva y mejorar considerablemente sus lecturas en ataque. Del resto, de lo dar facilidades, ya se encargaría el Unicaja a poco que el Valencia Basket apretase el acelerador. Justo lo que hizo nada más regresar de los vestuarios con un parcial de 2-10 que obligó a Chus Mateo a parar el partido (33-35; min. 24).

Pero casi como en un acto reflejo, el Valencia Basket también paró… de anotar, de atacar con criterio y de jugar en equipo. Circunstancia que revitalizó al Unicaja, que punto a punto y sin hacer demasiados méritos —salvo Freeland—, recuperó fugazmente el mando del choque (44-40; min. 28). Y es que entre De Colo y Rafa Martínez, a duras penas eso sí, pusieron cuatro puntos arriba a su equipo antes de llegar al último acto (44-48; min. 30).

Un acto en el que a ambos equipos les pesó la responsabilidad y en el que ninguno supo sacar partido de los nervios del rival. El intercambio de canastas e imprecisiones llevó a unos últimos minutos agónicos en el que cualquier desenlace era del todo impredecible (53-53; min. 34). Sin embargo, Perasovic lo intentó con un tiempo muerto que, lejos de arrojar luz al juego taronja, acrecentó la espesor de un equipo al que sólo la fortuna y la constancia atrás salvó de hundirse con el sangrante individualismo de De Colo y el poco acierto ofensivo del resto de hombres importantes.

- Ficha técnica:

58 - Unicaja (15+16+13+14): Rowland (8), Fitch (5), Darden (3), Lima (-), Zoric (10) -cinco inicial-, Berni Rodríguez (2), Valters (-), Peric (-), Garbajosa (13), Abrines (-) y Freeland (17).

68 - Valencia Basket (6+19+23+20): San Miguel (-), Rafa Martínez (11), Newley (1), Caner-Medley (11), Lishchuk (3) -cinco inicial-, Markovic (2), Ogilvy (2), Claver (2), Faverani (8), Pietrus (4) y De Colo (24).

Árbitros: Mitjana, García González y Cardús. Sin eliminados.

Incidencias: Partido de la vigésimo primera jornada de liga disputado en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena ante 8.800 espectadores.