Desde la llegada de Velimir Perasovic al banquillo taronja, y con la progresiva salida de la enfermería de muchos jugadores importantes, el Valencia Basket ha vuelto a dar pasos hacia delante y a mirar para arriba en la Liga Endesa. Buena parte de culpa la tiene el buen rendimiento en las últimas semanas de hombres que son piezas clave en el esquema del técnico croata. Uno de ellos, sin lugar a dudas, es Serhiy Lishchuk, cuya actuación el pasado domingo ante el Real Madrid fue determinante.

«Fue un gran día especialmente para el equipo y por eso estoy muy feliz por esta victoria. No me fijo tanto en mis estadísticas individuales, sino más bien en que el equipo estuvo a gran nivel e hizo un partido completo. Eso es lo importante», aseguró el pívot ucraniano, que ante el conjunto blanco firmó su mejor actuación desde que aterrizó en la ACB en la temporada 2009/2010. «Es verdad que fue un gran partido y noté mucha responsabilidad en el equipo tanto ofensiva como defensivamente. También debo dar las gracias a mis compañeros y al público por su apoyo durante todo el choque, eso me hizo sentirme bien en la pista y me ayudó a tener esta actuación», reconoció a SUPER el jugador taronja, para el que la «defensa fue clave».

«Si haces una buena defensa luego en ataque todo sale solo, es mucho más fácil. Como equipo ahí hicimos un gran trabajo», subrayó Serhiy Lishchuk, anteponiendo siempre el colectivo a cualquier individualidad. Y eso que esta jornada su actuación personal le ha valido para entrar en el mejor quinteto de la jornada de la Liga, en el apartado de entrega, junto a Alex Abrines, del Unicaja, liderazgo; Marko Banic, del Gescrap Bizkaia, eficacia; Leo Mainoldi, del Mad-Croc Fuenlabrada, actitud; y Ricardo Uriz, Blancos de Rueda Valladolid, generosidad.

Su humildad en una de sus mejores virtudes y tal vez por este motivo si tiene que destacar a alguien no habla de ningún jugador, sino del entrenador. «Por supuesto que la mano del entrenador se nota, es importantísimo. Él tiene gran parte de culpa de lo que está pasando, eso no es discutible», confirmó ante una pregunta obligada. Sin embargo, quiso dejar muy claro que antes, con Paco Olmos en el banquillo, las cosas también podrían haber funcionado igual de bien. «Trabajábamos duro antes, y trabajamos duro ahora. Hemos cambiado unas pequeñas cosas y parece que el equipo esté funcionando mejor, pero tenemos que seguir trabajando duro. Tenemos todavía muchos objetivos por delante, títulos en juego, y hay que seguir ganando. La temporada no para», indicó.

Una temporada en la que, afortunadamente, han aumentado las expectativas para el equipo, el club y todo el entorno. «Cuando uno ve metas a corto plazo nos fijamos en la Final a Cuatro de la Eurocopa, a la que intentaremos llegar en las mejores condiciones, y también en intentar acabar lo más arriba posible en la Liga Endesa de cara a los play-off», afirmó con prudencia el ucraniano, que además matizó que para el grupo «en lo que respecta a nuestro trabajo, tenemos que centrarnos en cada partido porque, por ejemplo, el del próximo sábado en Manresa es importantísimo. Hay siete u ocho equipos muy juntos en la clasificación y por eso en nuestra filosofía el próximo partido siempre es el más importante».