La indefinición de Florent Pietrus ha terminado por colmar la paciencia del Valencia Basket. La prioridad del conjunto taronja siempre ha sido renovarle, llegando incluso a ofrecerle un contrato por el tiempo —dos temporadas— y las cantidades que el jugador demandaba. Sin embargo, una vez realizada la oferta llegaron los problemas.

Pietrus pidió entonces más dinero, algo a lo que el VBC se negó en rotundo, manteniendo la oferta que había negociado previamente. A partir ahí el silencio hasta hoy. Algo que ha llevado a la entidad valenciana a meterse de lleno en el mercado a la ´caza y captura´ de un ala-pívot que pueda cubrir ese vacio en caso de que el jugador galo continúe sin decidirse a formar parte del nuevo proyecto —en el VBC creen que está esperando a hacer unos buenos Juegos Olímpicos para aumentar su caché—. Así, son varios los nombres que figuran en la lista con la que trabajan los técnicos del club, que ya han comenzado a hablar con alguno de ellos. Jugadores que, en caso de cerrarse, dejarían definitivamente sin sitio a Pietrus en la plantilla.

En este sentido, por el momento son cuatro los nombres que han trascendido y por los que el Valencia Basket estaría decidido ha apostar. Por una parte el búlgaro Kaloyan Ivanov, ex del Lucentum y que cuenta con ofertas importantes de Rusia, por otra el italiano de la Roma Luigi Datome, por el que también pujan Venezia y Virtus Bologna, y por último el capitán del Siena, Shaun Stonerook. Entre ellos se ha colado el jugador del CAI Zaragoza, Pablo Aguilar, que según ha podido confirmar SUPER ha sido ofrecido a los taronja por 300.000 euros. Ofrecimiento que el VBC está estudiando muy seriamente en estos momentos.