El Valencia Basket está dispuesto a dar un paso más e ir más allá dentro de su ya importante presencia en la sociedad valenciana, circunstancia por la que ha decidido ahora apostar también por el baloncesto femenino. Una apuesta que llegará de la mano de un club histórico tanto a nivel nacional como europeo, el Ros Casares, cuyo equipo de élite desapareció hace ya casi dos años tras conquistar la Euroliga y la Liga Femenina, pero que hasta ahora ha continuado manteniendo una sólida estructura de cantera en el pabellón de la Malvarrosa. Ese trabajo, ahora más en la sombra, se ha visto reflejado en unos equipos que en este tiempo se han mantenido entre los mejores en categorías de formación.

Esta estructura de cantera es la que negocia actualmente quedarse el conjunto taronja, que hace ya un tiempo que viene manteniendo conversaciones tanto con el Ros como con el Ayuntamiento de Valencia para tal fin. Las negociaciones, según ha podido confirmar SUPER, marchan por el buen camino aunque todavía no se ha llegado a firmar ningún acuerdo entre las tres partes.

Lo que es seguro es que, de hacerlo en breve, la actual cantera del Ros Casares no se movería de la Malvarrosa ya que actualmente el Valencia Basket no dispone de pistas suficientes en sus instalaciones para acoger a más jugadores/as. Por tanto, el Ayuntamiento de Valencia debería continuar cediendo esas instalaciones, en este caso, a la entidad taronja, para que el baloncesto femenino continuará teniendo un lugar de referencia en la ciudad. Una referencia que, eso sí, cambiaría de denominación ya que en lugar de Ros Casares toda esa estructura pasaría a denominarse Valencia Basket, que a partir de ese momento se encargaría de la gestión de estos equipos femeninos.

No habrá equipo de élite

Otra de las incógnitas que se abre es si, con este movimiento, el Valencia Basket estaría también dispuesto a reflotar el baloncesto femenino de élite en la ciudad apostando también por un equipo que compitiese a primer nivel en la Liga Femenina. La respuesta es no. Por el momento, desde el club taronja sólo se contempla la posibilidad de quedarse con el actual organigrama que presenta el Ros Casares, es decir, escuela, cantera y, como mucho, un equipo sénior amateur. Ahora bien, eso es ahora como punto de partida de un proyecto que se ´adopta´ también con la intención de hacerlo crecer.