La preocupación en el Valencia Basket ha sido máxima en los últimos días por la posibilidad de perder a Sam Van Rossom de cara a la próxima temporada. Tanto es así que el director deportivo, Chechu Mulero, ya estaba buscando un plan B a la más que probable salida del base belga con destino a Rusia.

CSKA Moscú y Unics Kazan querían al jugador, como ya avanzó SUPER el pasado 3 de julio, aunque como también publicamos entonces sólo el equipo moscovita estaba dispuesto a pagar la cláusula de salida -cerca de 1,5 millones de euros-. Prácticamente al mismo tiempo que este diario hacia pública la noticia el Valencia Basket tenía conocimiento de las intenciones de un CSKA que hasta el pasado fin de semana estuvo esperando la decisión del jugador. Lo mismo que el Valencia Basket, que necesitaba saber cuanto antes qué iba a hacer Van Rossom para mover ficha en el mercado.

Afortunadamente, y esta es una decisión que ya ha sido comunicada también al Valencia Basket, SUPER ha podido confirmar por diversas fuentes que Van Rossom continuará en el Valencia Basket. La elección, sin embargo, no ha sido sencilla para el belga, que ha tenido que renunciar al dinero ruso y al potencial deportivo que le ofrecía el CSKA para seguir creciendo en Valencia, donde siempre ha confesado sentirse muy a gusto y todavía le quedan dos años de contrato.