La defensa continúa siendo uno de los grandes problemas del Valencia Basket. Así quedó demostrado una vez más en el choque ante el Herbalife Gran Canaria, donde al equipo taronja sufrió mucho antes del descanso para frenar las acometidas de hombres como Tavares en la pintura o Kuric y Newley en el perímetro. Menos mal que la historia en ataque es bien diferente, lo que permitió a los locales dominar el marcador a lo largo de todo el primer cuarto tras un parcial de 10-0 (13-6; min. 4) que lideraron Nemanja Nedovic y Romain Sato.

Pero la inconsistencia defensiva y los problemas para cerrar el rebote dieron alas a los isleños, que aprovecharon los errores del Valencia Basket para igualar el marcador en tiempo récord (19-19; min. 7). Velimir Perasovic optó entonces por mover el banquillo cambiando por completo su cinco titular. La medida surtió efecto casi de inmediato gracias a Pau Ribas, que pese a las carencias defensivas del equipo logró oxigenar el ataque lo suficiente como para cerrar el acto con una tímida renta (29-26; min. 10).

Aún así, era evidente que al equipo le faltaba regularidad y solidez, y que se movía más a base de rachas que de una idea de juego consolidada. El segundo cuarto fue el mejor ejemplo con un inicio prometedor que luego acabaría en nada. Una ligera mejoría bajo su aro fue suficiente en el Valencia Basket para disparar la renta hasta los nueve puntos (39-30; min. 13) en lo que parecía que podía ser ya un despegue casi definitivo. Nada más lejos de la realidad. Los despistes defensivos y el riguroso criterio arbitral (6 faltas más que el rival en la primera mitad -14/8-) bastó al equipo dirigido por Aito García Reneses para dar la vuelta al partido en los minutos siguientes. Los valencianos, además, se bloquearon en ataque lo que provocó un parcial de 8-18 que complicaba mucho las cosas al descanso (51-57; min. 20).

Las opciones en el partido pasaban por mejorar la defensa y cerrar de una vez por todas el rebote, y en eso centraron sus esfuerzos los locales tras el paso por los vestuarios. Dos aspectos concretos del juego y que en poco más de cuatro minutos, tras un parcial de 15-6, metieron de nuevo a los valencianos de lleno en la pelea por el triunfo (66-65; min. 24). Contagiados por la energía y efectividad de Luke Harangody, el equipo dio un paso adelante en sacrificio para multiplicar esfuerzos a la hora de frenar a un rival que ahora no encontraba con tanta facilidad el aro taronja. La Fonteta también arrimaba el hombro para apoyar a un Valencia Basket que se veía que quería y que, lo que es más importante, ahora (77-68; min. 28).

Fueron los mejores minutos del cuadro taronja, que volvió a evidenciar problemas de consistencia en los minutos siguientes tras encadenar varios errores de forma consecutiva y que le llevaron a plantarse en el arranque del último cuarto dos puntos abajo (79-81; min. 31). El parcial de 2-13 encajado era, cuanto menos, preocupante después de las buenas sensaciones que había dejado el equipo tras el descanso. Afortunadamente fue sólo una pequeña laguna pues rápidamente los de Perasovic se colocaron de nuevo el mono de trabajo para continuar trabajando la victoria con inteligencia. El Valencia Basket no falló. Logró corregir en la segunda parte casi todos los errores cometidos en la primera y eso fue determinante para llevarse un partido fundamental de cara a las aspiraciones de clasificación para la Copa del Rey.

Ficha técnica:

101.- Valencia Basket (31+20+28+22): Nedovic (18), Rafa Martínez (3), Sato (17), Harangody (11), Loncar (17) -cinco titular- Ribas (15), Lucic (9), Dubljevic (3), Vives (4) y Aguilar (4).

92.- Herbalife Gran Canaria (26+31+18+17): Oliver (8), Kuric (17), Newley (19), Baéz (6), Tavares (15) -cinco titular- Urtasun (9), Kendall (5), Paulí (-), O'Leary (7) y Summers (4).

Árbitros: Jiménez, Castillo y Cardús. Sin eliminados.

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 12 de la fase regular de la Liga Endesa disputado en el pabellón de la Fuente de San Luis ante 7900 espectadores.