Dígame la verdad, ¿da un poco de vértigo todo esto que le está sucediendo?

Vértigo no, pero sí mucha responsabilidad. Es normal. Estoy en un club importante, con mucha ambición, y yo nunca he estado con este 'poder' en un equipo de este nivel. Pero por otra parte tengo la tranquilidad y confianza de que esto es baloncesto, y es entrenar y es dirigir. Ahí estoy muy tranquilo conmigo mismo y también con el grupo humano que entreno.

De todas formas usted tiene mucha experiencia en la formación de talentos, e incluso podríamos decir que es un entrenador con estrella viendo sus resultados en el CB Prat...

Ante todo estaba en un sitio bueno. En cuanto a formación creo que he estado en el mejor sitio que hay en Europa. He tenido grandes jugadores de futuro que tenían mucha ilusión, al igual que yo, y eso hizo que obtuviéramos muy buenos resultados como equipo. Aunque ese no era el objetivo, el objetivo era formar y que los jugadores llegaran al primer equipo. Ahí no hay dudas acerca de la relación de jugadores que están ya en un máximo nivel después de trabajar conmigo. Siempre había pensado que ellos lo conseguían y yo no, aunque probablemente eran momentos. Ahora me ha tocado a mí y al igual que ellos lo tienen que aprovechar, yo he de hacerlo también ofreciendo al club lo que quiere.

Pues no sé porque pero a mí me da que usted no está muy dispuesto a dejar escapar este tren...

Es un tren importante y con mucha fuerza, aunque conlleva cosas que yo no puedo controlar, sobre todo porque jugamos contra otros equipos con nuestra misma ilusión y ambición. Sí es verdad que el club ha confiado mucho en mí y hay que devolver esa confianza. Este es un tren especial, diferente, y creo que seré capaz de llevarlo a buen término porque si no no hubiera aceptado. Tendremos que luchar contra grandes equipos pero lo podemos conseguir.

Por cierto, lleva tres semanas viviendo experiencias muy nuevas y supongo que la mayoría están siendo especiales para usted. ¿Cómo gestiona todo eso?

Por un lado con tranquilidad porque mi día a día no ha cambiado. Voy a entrenar, intento ayudar a los jugadores a ser mejores y sobre todo que esos jugadores se conviertan en un gran equipo. Por otra parte si que es cierto que ahora tengo más trascendencia en las decisiones. No ha variado mucho más salvo porque ahora estoy más tiempo levantado en el banquillo, tomo más decisiones y me enfado un poco más. Aún así hago todo con la misma tranquilidad que tenía antes aunque con más responsabilidad ya que estoy decidido a darle al club lo que se merece.

De momento está confirmado hasta el 30 de junio pero, y si entonces llegara un nuevo entrenador. ¿Qué haría? ¿Seguiría aquí de ayudante o se plantearía nuevos retos?

Ahora es un poco hablar por hablar, pero en este momento soy el primer entrenador del Valencia Basket y voy a intentar por todos los medios posibles seguir siéndolo. Yo soy entrenador de baloncesto, puede ser que como primer técnico o como ayudante, aunque mi ilusión es que cuando acabe la temporada el club se plantee renovarme como primer entrenador. Eso significaría que en estos meses vamos a conseguir cosas muy importantes. No obstante, yo me considero un hombre de club y si a final de temporada el club cree que debe venir otro entrenador para hacerse cargo de un nuevo proyecto no me planteo a partir de ahora ya ser sólo primer entrenador.

Da la sensación que una de las grandes diferencias entre Perasovic y usted está en la química con los jugadores. ¿Es así?

El entorno piensa que Perasovic era un dictador y que ahora ha venido Carles Duran y esto es un mundo maravilloso. Yo tengo muy mala hostia y tengo también muy mal carácter. Pero todo tiene su momento. Soy muy exigente con los jugadores porque es mi forma de ser, y porque el club es lo que necesita, pero al mismo tiempo el jugador tiene que ser ayudado, debe ser encaminado y por eso soy entrenador. Por otra parte, cuando a un jugador no le salen las cosas él ya sabe que las cosas no le van bien, pero si encima yo estoy detrás machacándole no voy a conseguir lo más importante para mí, que es que el jugador rinda para el beneficio del grupo. Hay que encontrar un equilibrio que a veces no conseguiré, o con algunos lo conseguiré y con otros me costará más. Pero ese es mi trabajo, dar con la tecla de cada uno y en eso estoy.

¿Y ha tenido que cambiar muchas cosas respecto a su antecesor en el cargo?

Es que el entrenador que había hacía su método, y yo soy yo. En algunas cosas coincidía con Perasovic, y en otras no. Es normal. Si ahora Perasovic fuera mi ayudante pensaría lo mismo. Poco a poco, y también debido al poco tiempo que he tenido para entrenar, intento introducir mi filosofía y mis ideas. Hay cosas que no vamos a cambiar, cosas tácticas que me gustan, pero está claro que en un tiempo el equipo será más de Carles Duran. Es lo que espero, y que eso se traduzca también en lograr los objetivos. Pero eso lleva un tiempo, no se puede cambiar de blanco a negro en nada. Pero la idea es que cuando acabe la temporada consigamos todo lo que queremos y que se vea mi equipo y el Valencia Basket. Un equipo que en estos años ha demostrado que podía competir contra todo el mundo y con un nivel de exigencia y competitividad máximo, algo que no debe cambiar.

¿Y qué respuesta ha recibido del vestuario a este mensaje?

Por ahora muy buena. Desde el primer día no me he sentido como un entrenador interino, ni lo he sido. Desde el primer día he pensado que debía mostrar mi ambición y mi ilusión al grupo, y creo que ellos lo han recibido muy bien. Luego cada uno tiene su manera de ser y es normal. Seguro que hay jugadores que tenían una complicidad más cercana a Perasovic y otros que no tanto que se han acercado más rápido a mí... Es lógico. Pero en general el grupo ha recibido bien mi ambición y mi ilusión, aunque es en los momentos difíciles donde habrá que demostrar si mi mensaje ha calado. Ahí es donde tengo que machacar más al grupo para que no pierda de vista el mensaje hasta final de temporada.

¿Es el reto profesional más complicado al que ha tenido que enfrentarse? Lo pregunto no sólo por la responsabilidad, sino también porque tuvo que hacer frente a cuatro partidos consecutivos a domicilio.

Mira, perder en Sevilla me dolió mucho. Quería hacer muchas cosas y no tenía tiempo. Pero he tenido la tranquilidad de buscar el objetivo inmediato y no pensar a largo plazo. El equipo ahí ha estado bien. Al entrenador lo que le gusta es entrenar, y ahora voy a poder hacerlo un poco más, pero esto no para, todo está muy igualado y tengo que tranquilizar al entorno con un buen trabajo y con victorias. No lo vamos a ganar todo, pero debo intentar sobre todo que en los momentos puntuales el equipo esté muy bien. Y ese momento empieza por ejemplo por la Copa del Rey. Ahí hay que llegar a un nivel que nos ayude a conseguir el título.

Títulos. Usted hablaba de buscar el triplete pero, siendo realistas, ganar un título esta temporada ya seria algo extraordinario ¿no?

Sería increíble. No es nada fácil y no sé si lo conseguiremos, aunque lo que quiero que el equipo juegue su mejor baloncesto y sea lo más competitivo posible en todos los frentes. Si no ganamos nada no lo consideraría un fracaso, pero sí lo sería si no rindiéramos al máximo. A partir de ahí estaré tranquilo, pero si encima ganamos un titulo lo íbamos a celebrar muy bien.

De todas formas para ganar títulos hay que ganar a equipos como sus dos próximos rivales, el Real Madrid y el FC Barcelona. ¿Les va a dar tiempo para estar a la altura?

No lo sé, pero es mi obligación. Ese es mi trabajo. No puedo estar pensando en excusas. Cuando acabe el partido contra el Real Madrid puede ser que me ponga alguna excusa, pero no la hay. Yo tengo que ganar al Real Madrid, juego en casa y quiero estar arriba en la clasificación. Y para estar arriba tengo que recuperar esos partidos perdidos, y eso se recupera ganando al Madrid en casa. Luego mi ambición es ir a la Copa a ganarla Copa, aunque no sé que pasará. Tengo que luchar con mis armas, y con lo que tengo he de conseguir ganar al FC Barcelona. Xavi Pascual ya buscará las suyas.

Pero lo primero es lo primero, y ese es en dos días el Real Madrid...

Nunca he podido jugar contra el Madrid al máximo nivel y nunca con nuestro pabellón lleno. Va a ser una especial pero lo más importante es que el equipo llegue preparado contra un rival que está jugando muy bien y que es de los mejores de Europa con diferencia. Aún así sigo pensando que en casa podemos ganar a cualquiera.

Por lo que le escucho la confianza en su plantilla es máxima ¿no?

Mi plantilla no tiene nada que envidiar al resto. No me puedo quejar de la plantilla que tengo, pero debo lograr que formen un gran equipo. Estamos en ello pero necesitamos un poco más de tiempo.