La trayectoria irregular del Valencia Basket en la presente temporada, y más recientemente su mal juego en los últimos encuentros, han vuelto a sembrar de dudas el futuro más próximo del equipo en este tramo final de la fase regular de la Liga Endesa y también luego en los play-off. Pese a que la enfermería, salvo por el contratiempo de Pau Ribas, está vacía, no se ha visto ninguna evolución en el juego e incluso por momentos podría hablarse hasta de involución pese a disponer de más tiempo para entrenar con sólo un partido a la semana. Dato que contrasta enormemente con el buen trabajo que realiza la plantilla en los entrenamientos, según afirman tanto los propios jugadores como su entrenador, Carles Duran.

«Estamos trabajando bien durante la semana y no es mentira, pero no sabemos que pasa en los partidos. Si lo supiéramos lo solucionaríamos. No sé exactamente que sucede porque en los entrenamientos trabajamos con una intensidad muy alta y hacemos las cosas bien. Ahora hay que transmitir todo esto en los partidos», declaró Sam Van Rossom, que junto a Serhiy Lishchuk acudió a un acto solidario programado por el club. El base belga reconoció que todos en el equipo «estamos preocupados, es evidente. Cada problema que tenemos dentro del equipo es un problema de todos, y hay que preocuparse para intentar resolverlo y jugar mejor. Todos estamos intentando dar lo mejor para solucionar los problemas, no veo ningún jugador que no quiera. Seguimos trabajando cada día para salir de todo esto».

Un sentir que, aunque no tenía demasiadas ganas de hablar con la prensa tras la mala imagen de Las Palmas, también confirmó Serhiy Lishchuk. «Estamos fastidiados y preocupados. Sabemos que tenemos que mejorar nuestro juego, pero al mismo tiempo creo que tenemos tiempo para cambiar las cosas. Y hay que empezar por el próximo partido en Tenerife, hay que ir a ganar para cambiar estas malas caras que tenemos ahora», señaló el pívot ucraniano.

Al equipo le falta solidez, regularidad, intensidad por momentos pero, sobre todo, necesita mejorar su defensa. El domingo ante el Gran Canaria se volvieron a encajar 90 puntos, y eso es algo que comienza a ser inadmisible si se quiere hacer algo importante en las próximas semanas. «Esperamos poder cambiar la situación de encajar tantos puntos», comentó Van Rossom, para el que el cambio de técnico no ha sido determinante a la hora de bajar el nivel defensivo.

«Cada entrenador tiene su filosofía, también en defensa, pero la defensa también implica algo de esfuerzo porque es algo más de querer que de talento. Sigo pensando que la defensa en general no está tan mal, pero siempre en cada partido tenemos cinco minutos donde nos meten 20 o 25 puntos en muy poco tiempo. El problema es este. Si podemos quitar estos cinco o diez minutos en los que no estamos en el partido, estaremos bien. Pero esto es lo que nos falta», concluyó el base del Valencia Basket.

El Tenerife tendrá poco descanso

El Valencia Basket se medirá este domingo en La Laguna (Tenerife) al Iberostar Tenerife, un rival que dispondrá de muy poco tiempo para preparar el partido ante los de Carles Duran. Y es que este mismo jueves el cuadro insular disputa el derbi del baloncesto canario ante Herbalife Gran Canaria (21:45 horas) en el encuentro aplazado de la jornada 30. «Tenemos dos partidos muy complicados e intensos y con poco tiempo para poder prepararlos. Son dos rivales que estaban jugando competiciones europeas y debemos estar muy bien para poder ganar», comentó Alejandro Martínez, entrenador del Iberostar Tenerife.