Pau Ribas realizó en la tarde del viernes la prueba de fuego para ver si estaba en condiciones de ayudar al equipo en el encuentro ante el Iberostar Tenerife. Aunque el jueves también se ejercitó con el grupo de forma muy suave, ayer fue la primera vez que el escolta catalán realizaba un entrenamiento completo y de una intensidad notable junto al resto de sus compañeros desde que cayó lesionado. Es decir, desde el pasado 23 abril, a los pocos días de haber firmado ante el FIATC Joventut su tope de la presente temporada -20 puntos y 30 de valoración-.

Un golpe en la tibia en ese encuentro derivó a los cuatro días en un síndrome compartimental tibial anterior en la pierna derecha que, hasta ahora, le había hecho perderse los encuentros ante La Bruixa D’Or y el Herbalife Gran Canaria. Partidos en los que los taronja le han echado mucho de menos y en los que la imagen no ha sido la deseable. No en vano, el escolta catalán es el máximo anotador y el jugador más valorado del equipo, por lo que su ausencia supone siempre un importante handicap a la hora de afrontar los encuentros.

«La situación de Pau Ribas nos genera muchas dudas, nos preocupa mucho. Lo que sí que es importante es que tenemos once jugadores más», indicó ayer respecto a su estado Carles Duran, técnico del Valencia Basket. Declaraciones que se produjeron horas antes de que Ribas probara con el grupo y sorprendiera a todos por su buen nivel en la pista. Así, pese a las lógicas molestias el escolta viajara hoy a Tenerife y, salvo complicaciones de última hora en la sesión de esta tarde, estará en condiciones de jugar ante el Iberostar.

Al margen de Ribas, Duran desveló que otros dos jugadores, Serhiy Lishchuk y Pablo Aguilar, también están ‘tocados’ y que se han tenido que perder varias sesiones de entrenamiento esta semana. «Ahora mismo también tenemos dudas con Serhiy Lishchuk y Pablo Aguilar, pero si no hay ningún cambio van a viajar los doce jugadores», confirmó Duran, que lamentó verse obligado a contar con «tres jugadores que están regular». El pívot ucraniano tiene pequeñas molestias en la espalda que no le impidieron trabajar ayer con normalidad, mientras que en el caso del ala-pívot andaluz el problema vuelve a estar en el tobillo que se lesionó en Vitoria. Aunque jugara en Tenerife, será complicado que esté en las mejores condiciones.

Un partido este que Duran califica de ‘final’, al igual que lo han sido los últimos disputados hasta ahora. «Ya hace jornadas que cada partido es una final, todo el mundo tiene deberes por hacer. Va a ser un partido muy difícil en una pista muy complicada», dijo el de Vilassar de Mar, que destacó que «el equipo quiere ganar y afianzar el nivel de juego». «Hay que reconocer que nuestros últimos dos partidos no han sido del nivel que queremos y que exigimos. El partido de Tenerife además de ser una final por la clasificación para el play-off es una final para nosotros mismos. El equipo quiere dar su mejor talla», concluyó Duran.