El Valencia Basket decide a partir de este lunes si le ofrece a Carles Duran la posibilidad de continuar al frente del equipo o si finalmente, como tenía ya previsto antes del play-off, pone a Pedro Martínez al frente del nuevo proyecto. Una de las bazas de Duran ha sido el compromiso del vestuario, y dentro de él jugadores con los que tiene una unión especial como Pau Ribas o Guillem Vives. «Es el entrenador que más me ha ayudado cuando era pequeño, con el que mejor me entiendo y con el que tengo mayor complicidad. Es el entrenador que me ha ayudado a llegar donde estoy ahora, y el primero que me ayudó cuando estaba mal al inicio aquí en Valencia», indicó Vives, que sólo tiene «palabras de agradecimiento hacía él. Creo que ha hecho una temporada increíble como primer entrenador y era algo que no era fácil en su primera experiencia aquí».

Es por ello que, aunque matiza que «es una decisión que no me corresponde a mí», deja claro que «le tengo mucho cariño y si fuese por mí Duran seguiría como técnico del equipo. Pero no soy yo el que debe tomar esa decisión y el que la tenga que tomar seguro que la tomará bien». En cuanto a la química del preparador catalán y el equipo, Vives explicó que «el vestuario confió en él desde el primer día. En los malos momentos seguimos creyendo en su filosofía, seguimos adelante, y hemos llegado a final de temporada en un estado increíble. Todos con mucha confianza en nuestro juego, creyendo en nuestra defensa y haciendo vibrar a La Fonteta que es lo que queríamos desde el primer día», concluyó.