El Valencia Basket, en un partido extraño y en el que no rindió al nivel que suele ser habitual, tiró de carácter en el tramo final para mantenerse invicto en la presente temporada. El conjunto dirigido por Pedro Martínez, que optó por dar minutos a aquellos jugadores que más necesitaban coger ritmo de competición, fue de más a menos en el encuentro. No obstante, logró rehacerse en el último cuarto para asegurar un triunfo que eleva la racha hasta las dieciocho victorias consecutivas.

Como un auténtico ciclón emergió el Valencia Basket en el Palasport Taliercio de Venecia, dejando claro que no estaba en la ciudad de los canales de vacaciones. Y eso pese a estrenar el tercer equipaje, el blanco, en esta jornada de la Eurocup. Sorprendió la indumentaria aunque no el arranque, que desterró todas las dudas acerca de como afrontarían los taronja un envite en el que no se jugaban absolutamente nada en el terreno deportivo.

Pese a ello, la puesta en escena fue casi perfecta. Sólido atrás y muy resolutivo de cara al aro rival, el Valencia Basket se desenvolvió muy cómodo sobre la pista del Umana Reyer (0-8; min. 3). Trias y Lucic instalaron las primeras rentas al tiempo que Pedro Martínez decidió dar vía al libre a la rotación en el primer cuarto. Apenas lo acusó el conjunto taronja, que pese a la velocidad a la que discurrió el cuarto continuó sin cometer errores (apenas dos pérdidas) y mantuvo sus elevados porcentajes en el tiro (5-19; min. 9).

Parecía que el choque iba a ser un camino de rosas para los de La Fonteta, pero nada más lejos de la realidad. Los locales reaccionaron de la mano de Owens y Bramos, pero sobre todo gracias a la relajación del Valencia Basket. El parcial de 14-3 no dejó lugar a la duda y situó de nuevo el encuentro en estrechos márgenes (19-22; min. 12). Pedro Martínez no daba crédito y se vio obligado a parar el partido. No sería la única vez en que le tocó hacerlo.

Incapaz ahora de mantener los porcentajes en los tiros de dos, e instaurados en pérdidas constantes, los valencianos recurrieron al triple como mal menor para mantenerse por delante en el marcador. La defensa italiana estaba logrando ahora su objetivo tras aumentar la intensidad y la dureza en cada acción. Afortunadamente la inspiración de hombres como Jon Stefansson, con el que el club ya negocia su renovaciónJon Stefansson, Rafa Martínez o Dubljevic desde el 6,.75 impidió que la cosa pasara a mayores antes del descanso (26-33; min. 20). También ayudó, y eso fue clave, que el equipo volviese a ponerse serio en defensa, cortando de lleno la progresión del Umana Reyer Venecia en el choque.

Ese era el camino, y así intentó hacerlo ver Pedro Martínez a sus hombres en el vestuario. Tras la reanudación, y conscientes de que ofensivamente no estaba siendo su mejor encuentro, el conjunto valenciano salió dispuesto a ganar el partido desde atrás. Ahí las cosas parecían funcionar, pero el problema estaba en ataque, donde el equipo estaba totalmente colapsado (38-39; min. 26). Con el partido en un puño, tres tiros libres seguidos fallados por un especialista como Rafa Martínez constituían el mejor ejemplo de los problemas que estaba teniendo el Valencia Basket para anotar.

Las pérdidas se acumulaban y el atasco iba en aumento con el paso de los minutos. Algo que, irremediablemente, llevó al Umana Reyer Venecia a ponerse por primera vez en el partido por delante en el electrónico (42-41; min. 28). El juego, las sensaciones, y ahora también el marcador no invitaban al optimismo pero todavía quedaba tiempo para que los taronja recuperaran su mejor versión. Concretamente un cuarto para que el Valencia Basket defendiera su condición de invicto y se sobrepusiese a dos cuartos en los que estuvo muy por debajo de su nivel habitual.

Lo consiguió a duras penas. Carlo Recalcati dispuso de inicio una zona que los valencianos supieron leer para mantenerse por delante aunque con diferencias siempre muy cortas (53-56; min. 35). Seguía faltando fluidez, mayor velocidad de ejecución y acierto, pero al menos la seriedad defensiva era suficiente como para llegar a los últimos minutos con todo de cara (53-59; min. 37). Otro final al que el Valencia Basket está ya acostumbrado en la presente temporada y que, una vez más, supo jugar para hacer que la balanza volviese a caer de su lado. Con sufrimiento, eso sí, ya que a falta de 32 segundos del final Viggiano dispuso de un triple para forzar la prórroga. Falló y la posterior falta sobre San Emeterio ya resultó definitiva para instaurar en el luminoso el 58-62 final.