Pese a un 6-0 inicial gracias a los triples de Billy Baron y Jordan Heat, el partido no tardaría en ponerse muy de cara para el Valencia Basket. Liderados por un Justin Hamilton espectacular en el primer cuarto, los taronja pronto darían la vuelta al partido para pasar completamente por encima de su rival. Con ajustar ligeramente la defensa y empezar a correr resultó suficiente para ponerse diez puntos arriba tras un terrorífico parcial de 2-18 (8-18; min. 8).

Por entonces, Hamilton acumulaba 12 puntos, 4 rebotes y 15 de valoración, y al técnico del Spirou Charleroi no le quedó otra que parar el partido. Jacques Stas pidió a sus hombres más atención sobre el interior norteamericano y más intensidad en defensa, y a partir de ahí lograron frenar la sangría taronja. Sin embargo, ahí quedó todo ya que, más allá del lanzamiento de tres puntos, apenas encontraron argumentos para hacer daño al Valencia Basket en este arranque (14-20; min. 10).

La renta se antojaba demasiado corta para lo que se había visto en una cancha por la que ya corrían Antoine Diot, que este miércoles se estrenaba con el Valencia Basket, y Jordi Trias, encargado de darle descanso a Hamilton por la baja de Bojan Dubljevic. No varió demasiado el escenario en los primeros compases del segundo cuarto (17-29; min. 14), hasta que el conjunto belga decidió apretar en defensa y se adueñó del rebote, sobre todo ofensivo.

El equipo de Pedro Martínez, negado desde el 6,75, empezó a perder la concentración y a fallar también bajo el aro. Algo que dio alas un Charleroi que disponía de segundas e incluso terceras opciones en cada ataque. Por si fuera poco, los hermanos Baron afinaron la puntería para estrechar aún más las diferencias poco antes de llegar al descanso (28-33; min. 20). Unas diferencias que, todo sea dicho, sobre la pista habían sido mucho más grandes la mayor parte del tiempo (la valoración marcaba un claro 17-42).

Había que recuperar otra vez la concentración atrás y el rebote, dos aspectos en los que Pedro Martínez insistió especialmente en los vestuarios. El equipo captó el mensaje, consciente de que si defensivamente volvían a subir el listón y aumentaban la velocidad el partido caería de su lado más pronto que tarde. Dicho y hecho. En apenas seis minutos, y tras parcial de 1-10, el Valencia Basket colocó la máxima renta en el electrónico (29-43; min. 26). Era el momento de romper el encuentro, pero lejos de hacerlo, los taronja firmaron un mal final de cuarto en el que, además, no acertaron con el aro rival pese a gozar de situaciones muy claras. A los malos porcentajes tampoco ayudaron las 11 pérdidas de balón, que complicaron las cosas mucho más de lo necesario.

Aún así, el último cuarto empezó con los de La Fonteta nueve puntos arriba (38-47; min. 30). Una diferencia interesante pero ni mucho menos definitiva que, sin embargo, Van Rossom haría buena con tres triples consecutivos (40-56; min. 34). El belga quería ser profeta en su tierra y ese sería el fin para el Charleroi, al que a partir de ese momento los taronja ya no dejarían volver a meterse en el partido. Al final victoria del Valencia Basket por 49-65, que continúa invicto en la presente temporada y reafirma su liderato en el grupo C de la Eurocup con cinco triunfos en cinco partidos.