Sorpendente derrota del Valencia Basket en un partido en el que ofreció una muy mala imagen e incluso tuvo que escuchar por primera vez en la temporada los pitos de sus aficionados. Fue la consecuencia directa a la imagen transmitada por el equipo en la cancha, irreconocible durante muchos momentos y que navegó a la deriva prácticamente los cuarenta minutos. Tanto es así que, de no haber sido por la condescendencia colegial, muy probablemente ni tan siquiera se hubiera llegado con opciones a los últimos minutos. Tampoco hay que olvidar las importantes bajas de Van Rossom, Dubljevic y San Emeterio, que a la larga están condicionando mucho el día a día del equipo y sacando a la luz muchas de sus carencias. Algo que habrá que tener muy en cuenta de cara al tramo final de la temporada.

El ambiente un tanto gélido de La Fonteta y la resaca de las Fallas no sentaron demasiado bien al Valencia Basket, al que le costó un mundo cogerle el pulso al encuentro. Pese a los esfuerzos por realizar una buena defensa, el Movistar Estudiantes arrancó le choque anotando con suma facilidad y unos altos porcentajes de acierto. Todo lo contrario que los locales, muy erráticos de cara al aro rival incluso en situaciones claras bajo la canasta (9-20; min. 7).

El conjunto taronja estaba dormido y a Pedro Martínez no le quedó otra que parar el encuentro en busca de soluciones. Sabía que debía hacer sonar el despertador cuanto antes para evitar males mayores y no le tembló el pulso a la hora de tirar de rotaciones para intentar cambiar la inercia del choque. No fue fácil pero, poco a poco, el equipo fue enchufándose gracias sobre todo a la aportación de John Shurna y Romain Sato.

Sin embargo, sería Jon Stefansson quien, con un triple sobre la bocina del primer cuarto, empezaría a abrir la puerta d ella remontada (17-24; min. 10). Fue el mejor de los males tal y como habían ido esos primeros diez minutos. El Valencia Basket lo sabía y tiró de pegada para intentar equilibrar las fuerzas en el segundo cuarto. El acierto de Shurna desde el 6,75 y el buen rendimiento de Sato supuso un balón de oxígeno para los taronja, que aún así no terminaban de sentirse del todo cómodos sobre la cancha.

Afortunadamente, y pese a la amenaza constante de Nacho Martín, los colegiales bajaron sustancialmente sus porcentajes. Algo que permitió a los de La Fonteta, que hasta ese momento nunca se pusieron por delante en el marcador, llegar al descanso en tablas (37-37; min. 20). Un resultado que, cuanto menos, invitaba al optimismo después de la mala primera mitad del equipo.

Y más después de que Lucic, a los tres minutos de la reanudación, culminara la remontada con un triple (40-39; min. 23). Pero no fue un espejismo. El equipo continuó atascado, sin ideas y lo que es peor, sin acierto. Circunstancia que fue aprovechada por el Estudiantes para volver a poner tierra de por medio (40-49; min. 26). Los nervios comenzaron a hacer acto de presencia en la pista, y también en la grada, desesperada por la falta de empuje y concentración de su equipo.

Fue ahí cuando llegaron los primeros pitos de la temporada para el Valencia Basket por parte de su público. Una llamada al orden y todo un toque de atención que llevó también a que el equipo se enrabietara y echara el resto en el encuentro. Esa demostración de orgullo y carácter propició una tregua con la grada, que nuevamente se volcó con los suyos para recortar distancias de cara al último cuarto (48-54; min. 30).

Todo quedaba para unos últimos minutos cuyo intercambio de canastas inicial no beneficiaba en nada a los intereses taronja (54-60; min. 34). El Valencia Basket sufría como nunca y cada vez quedaba menos tiempo para hacerse con un partido que nunca había tenido bajo control. Y siguió si hacerlo en esos minutos, errático en ataque y sin confianza. Pero el Estudiantes no lo aprovechó y continuó dando vidas a un Valencia Basket que, a base de tiros libres, iba acercándose poco a poco (57-60; min.37).

Era el momento de La Fonteta, de apretar y darle un plus a un equipo que no terminaba de ver las cosas claras en la pista. Pero no fue suficiente. El Valencia Basket murió de la misma manera que empezó a respirar en el partido, sin ideas y sin acierto. La derrota, pese a intentarlo hasta el final, fue irremediable y más por deméritos propios que por lo que hizo en la pista un correcto Estudiantes.

Fiche Técnica:

62.- Valencia Basket (17+20+11+14): Vives (2), Rafa Martínez (7), Lucic (5), Sikma (2), Trias (4) -cinco titular- Stefansson (6), Diot (3), Sato (10), Shurna (11) y Hamilton (12).

68.- Movistar Estudiantes (24+13+17+14): Laprovittola (5), Jaime Fernández (10), Hernangómez (7), Simpson (14), Martín (17) -cinco titular- Pumprla (4), Bircevic (4), Salgado (5) y Brizuela (2).

Árbitros: Martín Bertrán, Castillo y Mas Cagide. Eliminaron por faltas personales a los locales Stefansson (m.40).

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 24 de la fase regular de la Liga Endesa disputado en el pabellón de la Fuente de San Luis ante 8.000 espectadores.