El bajo rendimiento de John Bryant y Vladimir Jankovic, dos de los fichajes realizados este verano, acabó precipitando su salida del equipo en estas primeras semanas de competición oficial. Dos movimientos que, sin pretenderlo, provocaron que fueran muchas las miradas que focalizaran ahora sobre Will Thomas. El ala-pívot norteamericano no venía sumando como de él se esperaba, lo que unido a su complicado rol en el ‘cuatro’ junto a Luke Sikma o incluso Pierre Oriola, ha dificultado su adaptación en este arranque de temporada.

Tanto es así que parecía un jugador muy distinto al que se vio en Málaga en las últimas dos campañas. La preocupación dentro del club, y sobre todo en el cuerpo técnico, era evidente, aunque también la firme convicción de que con paciencia y trabajo el auténtico Will Thomas tendría que aparecer en algún momento.

Afortunadamente, el de Baltimore ha despertado a tiempo. Y además, cuando más falta hacia. Es decir, con Bojan Dubljevic lesionado. Curiosa y bendita coincidencia que haya sido con la baja del montenegrino cuando Thomas se haya reivindicado, asumiendo un rol protagonista y despejando muchas incógnitas tras su gran partido en Krasnodar. Una pista difícil, ante un rival de entidad y donde se fue hasta los 15 puntos, 10 rebotes y 20 de valoración.

Números a años luz de los mostrados hasta el momento en el Valencia Basket, donde ya planeaban ciertas dudas. Y es que nadie le va a exigir que rinda a este nivel cada día, pero sí que ayude en todas esas cosas de las que es capaz y demostró en el Unicaja. No en vano, en la Liga Endesa está promediando 4,8 puntos, 3,5 rebotes y 5,2 de valoración, mientras que el año pasado en el conjunto andaluz se fue hasta los 8,4 puntos, 5,7 rebotes y 11,3 de valoración. Una producción significativamente inferior aunque también jugando siete minutos menos por partido.

Tampoco es que en Europa la cosa fuera mejor hasta el choque del pasado miércoles en Krasnodar. Su buen partido ha mejorado notablemente la media hasta prácticamente igualar su papel en la pasada edición de la Euroliga. Tras el encuentro ante el Lokomotiv Kuban promedia 8 puntos, 4,5 rebotes y 11, 3 de valoración, mientras que la pasada campaña con el equipo de Joan Plaza firmó 8,1 puntos, 4,6 rebotes y 10,1 de valoración.

Eso es exactamente lo que se espera de Will Thomas

. Ni más ni menos. Y parece que el norteamericano comienza a estar en disposición de ofrecerlo tras encontrar su sitio en el equipo. Algo en lo que, esperemos, no tenga nada que ver la ausencia de Dubljevic ni los obligados cambios en el juego por su lesión. Si Pedro Martínez consigue que Thomas -y el resto de la plantilla- sume como puede hacerlo, el equipo será más furte. En ello están.