Poco importó el lamentable estado de la pista del Dom Sportova, la baja de Viacheslav Kravtsov o el la exhibición de Ryan Boatright, autor de 37 puntos y 51 de valoración. El Valencia Basket supo sobreponerse a las circunstancias y sufrir hata el final para sumar una trabajada victoria por 86-89 en su primera visita a Zagreb. Un triunfo que vale su peso en oro en este Top 16, una fase muy corta y en la que cada error se puede pagar muy caro en el torneo continental.

Dubljevic en la pintura y Rafa Martínez desde el perímetro dieron las primeras rentas al Valencia Basket. El pívot montenegrino anuló por completo a la estrella local, Miro Bilan, mientras que el capitán, infalible desde el 6,75, daba oxígeno en ataque a un equipo que evidenciaba algunos problemas para asegurar el rebote defensivo (8-14; min. 4). La baja por lesión de Kravtsov era un hándicap importante y de eso se dio cuenta enseguida el Cedevita. Aún así, todo su peligro llegó desde la línea exterior. Concretamente de la muñeca de Rashad James y, sobre todo, Ryan Boatright (entre los dos acumulaban al descanso 29 de los 39 puntos de su equipo).

El base y el escolta norteamericanos aprovecharon las primeras rotaciones para empezar a anotar de manera compulsiva en el aro taronja. Algo que sumado a una defensa en zona que se le atragantó a los de Pedro Martínez desembocó en un preocupante parcial de 15-2 (23-16; min. 8). El preparador catalán se vio obligado a parar el choque para buscar soluciones en ambas canastas. Y lo consiguió.

Primero desde la defensa, ahora mucho más intensa y agresiva, y luego con seis puntos consecutivos de Pierre Oriola para cerrar el primer cuarto (23-22; min. 10). esa mejoría general iría a más a lo largo del segundo cuarto, donde los valencianos supieron mover mejor el balón y encontrar buenas opciones ofensivas. Gran parte de culpa la tuvo la entrada en pista de Antoine Diot, decisivo en este tramo del encuentro en el que el Valencia Basket le dio la vuelta al choque. El parcial de 3-19 (29-40; min. 18) reflejaba fielmente lo que estaba sucediendosobre la cancha.

Veljko Mrsic, que poco antes había pedido tiempo muerto para intentar parara la sangría, se vio obligado a dar entrada nuevamente a James y Boatright. Sus minutos de descanso habían sido aprovechados por el cuadro taronja para anular al ataque croata (apenas seis putos en ocho minutos) y poner tierra de por medio en el electrónico. Desgraciadamente, el regreso de Boatright rompió ese parcial y permitió al Cedevita mantenerse a flote hasta llegar al descanso (39-45; min. 20).

El paso por los vestuarios sentó mejor a lo locales, que tras un 7-0 de salida volvieron a tomar la delantera en la pista (46-45; min. 21). En estas llegó la cuarta falta personal de Bilan, lo que supuso todo un respiro dentro de la pintura taronja en su particular duelo con Dubljevic, pero que en absoluto bajó la competitividad del equipo de Zagreb. De hecho el partido entró en una fase de constantes alternancias en las que ninguno de los dos equipos logró imponer su ritmo (65-64; min. 30).

Todo se resolvería en los últimos minutos. Con todas las cartas boca arriba ya no quedaba nada por esconder. Así lo entendió Pedro Martínez, que metió de inicio a Diot y Dubljevic en el último acto. Un mensaje que captó al instante el equipo, absolutamente impecable en las primeras acciones del cuarto tanto en ataque como en defensa (65-71; min. 32). A Mrsic no le quedó otra que pedir tiempo muerto para llamar al orden a sus jugadores y meter en pista a Boatright y James. Su ausencia, una vez más, había sido castigada al máximo por su oponente con un inesperado parcial de 0-13 que, por segunda vez, obligo al técnico de Cedevita a parar el choque (65-77; min. 33).

El Valencia Basket, de manera silenciosa, acababa de asestar un golpe definitivo a un sorpendido Cedevita, incapaz de reaccionar ante el directo que terminaba de encajar. Y más ante un rival como el Valencia Basket y con Antonine Diot en pista. El base francés fue el encargado de llevar la batuta y mantener el control del juego de manera impecable hasta que, a falta de menos de dos minutos, se tuvo que ir al banquillo eliminado por faltas. Esa circunstancia, cuando todo parecía sentenciado, fue aprovechada por Boatright para recortar la renta y colocar la Cedevita a tres puntos con algo más de un minuto por jugar (84-87; min. 39).

Aparecieron los nervios en un final de infarto en el que cualquier cosa pudo haber pasado. Afortunadamente Boatright, muy bien defendido, erró el triple decisivo prácticamente sobre la bocina y el Valencia Basket pudo por fin respirar tranquilo en un choque en el que se vio obligado a sufrir hasta el final.

- Ficha técnica:

86.- Cedevita Zagreb (23+16+26+21): Boatright (37), James (16), Kruslin (8), Zganec (2), Biran (9) -cinco titular- Katic (-), Babic (5), Shurna (4), Begic (5), Arapovic (-).

89.- Valencia Basket (22+23+19+25): Van Rossom (3), Rafa Martínez (8), San Emeterio (8), Sikma (2), Dubljevic (17) -cinco titular- Thomas (6), Diot (5), Sato (13), Oriola (15), Vives (3) y Sastre (9).

Árbitros: Shemmesh (ISR), Laurinavicius (LTU) y Van Den Broeck (BEL). Eliminaron por faltas personales al local Bilan (m.36) y a los visitantes Dubljevic (m.40) y Diot (m.40).

Incidencias: partido correspondiente a la primera jornada de la segunda fase de la Eurocopa disputado ante unos 2000 espectadores en el Dom Sportova de Zagreb.