El año 2017 que arrancó hace pocos días se antoja clave para el futuro del Valencia Basket. Muchas son las decisiones que deberán tomarse de aquí a final de temporada en lo concerniente a la primera plantilla, donde son varios los frentes abiertos. Y no todos dependen exclusivamente de lo que piense o decida la entidad taronja, pues hay factores externos que habrá que tener muy en cuenta a la hora de afrontar bajas o renovaciones.

Y es que diez jugadores de la primera plantilla además del entrenador, Pedro Martínez,Pedro Martínez concluyen contrato el próximo 30 de junio. Tan sólo Bojan Dubljevic, que termina en 2018 y tiene una claúsula cercana a los 800.000 euros, Pierre Oriola y Joan Sastre tienen contrato garantizado para la próxima campaña, sin olvidar a Alberto Abalde, cedido esta primera campaña en el Divina Seguros JoventutAlberto AbaldeDivina Seguros Joventut. Todos los demás están sujetos a una posible salida o, en su defecto, a una modificación contractual en forma de renovación o a la ejecución de una opción de continuidad.

La cifra, como se puede apreciar, es alta y tiene sus dos caras de la moneda. Por un lado permitirá realizar los movimientos necesarios para reforzar el equipo en aquellas posiciones que se considere oportuno, y por otro habrá jugadores con importantes ofertas del exterior a los que será difícil retener pese a los deseos del club. En este sentido, la situación contractual de cada miembro de la plantilla no es exactamente igual. Así, los casos más claros son los de Rafa Martínez, Fernando San Emeterio y Vladimir Jankovic, actualmente cedido al Aris SalónicaVladimir Jankovicl Aris Salónica. El Valencia Basket tiene una opción unilateral para renovar automáticamente la vinculación de estos jugadores por una temporada más. Por tanto, el club no tendrá ningún problema en seguir contando con estos jugadores si así lo desea.

Luego están las situaciones de Guillem Vives, Viacheslav Kravtsov y Will Thomas, donde esa opción de continuidad es de ambas partes. Aquí sería necesario el acuerdo para que hubiera renovación, de lo contrario los tres podrían quedar desvinculados pagando una pequeña penalización -el club o el jugador, dependiendo de la situación-.

Por último nos encontramos el resto de los casos. Es decir, los de Antoine Diot, Sam Van Rossom, Romain Sato y Luke Sikma, además del técnico Pedro Martínez. Todos finalizan el 30 de junio y no existe opción en el contrato para ninguna de las partes. Por tanto, sería necesario negociar unas nuevas condiciones en el caso de que se produzca una renovación.

A día de hoy, como es lógico, es imposible vaticinar qué sucederá en los próximos meses sobre las posibles renovaciones o salidas. Todo dependerá del rendimiento y resultados hasta final de temporada, y también de las ofertas que puedan llegar. Eso sí, si el club mantiene la filosofía de las últimas campañas el núcleo fuerte de la plantilla continuará.