El Valencia Basket golpeó primero en la serie de cuartos de final de la Eurocup ante el Khimki Moscow Región en un encuentro no apto para cardíacos y que, pese a una máxima renta de 19 puntos en el tercer cuarto, acabó resolviéndose en el último minuto (88-82). El viernes, en Moscú, segundo asalto de una serie que ya está claro va a decidirse por los pequeños detalles.

No comenzó nada bien el encuentro para el Valencia Basket en el intercambio de canastas inicial. Y es que Kravtsov, cuando apenas habían transcurrido cuatro minutos, cayó lesionado de su tobillo izquierdo en una acción fortuita tras anotar una canasta (6-6; min. 4). Una baja que se unía a la de Diot y que sin duda es preocupante para lo que resta de serie. E incluso para este encuentro de no haber sido por la excepcional respuesta del equipo y la afición.

Pesaron algo los nervios al inicio, donde San Emeterio fue vital a la hora de oxigenar el ataque (18-16; min. 7), pero en cuanto los locales se sacudieron los nervios el encuentro empezó a decantarse de forma clara. Fue tras dos buenas defensas y dos triples consecutivos de Sastre y Van Rossom cuando se abrirían las primeras rentas (24-17; min. 8). El Valencia Basket iba directo ya a por el partido y parecía en disposición de distanciar aún más a su rival.

Sin embargo Jovcic, árbitro principal, castigó con una rigurosa falta a Sastre a un lanzamiento triple de Pullen, y acto seguido, ante la incredulidad del escolta mallorquín, le señaló técnica. La Fonteta estalló. La jugada en cuestión permitió al Khimki realizar un parcial de 0-7 (24-24; min. 9), pero al mismo tiempo fue el caldo de cultivo de lo que vendría poco después.

La afición, con esa acción y consciente de la importancia del choque, se metió de lleno en el partido. Algo que terminó de catapultar a un Valencia Basket ya de por sí encendido por lo que había sucedido. El partido se había convertido en una batalla infernal en el que la defensa taronja y su segunda unidad se mostró muy superior a su rival. El parcial de 12-0 obligó a Ivanovic a parar el partido para intentar buscar soluciones (36-24; min. 12). Pro ni por esas.

El Valencia Basket estaba desatado, liderado por un San Emeterio espectacular y un porcentaje de triples que seguía disparándole en el luminoso -9/13 (69%)-. Era la lucha del baloncesto colectivo y un equipo contra Shved, la estrella del Khimki pero al que, pese a sus 14 puntos en la primera parte, los locales supieron controlar muy bien antes del descanso. Es más, ante la falta de soluciones era el escolta ruso el que se veía obligado en muchas ocasiones a forzar al límite cada acción ofensiva. Algo que no preocupaba en exceso a Pedro Martínez teniendo en cuanta como marchaba el encuentro por entonces (59-42; min. 20).

Tras el paso por los vestuarios le costó más a los taronja ver aro pero los rostros de los jugadores del Khimki, sin embargo, no eran de creer demasiado en la remontada. Aún así, tras un triple de Hummel y una contra de Shved, no lo tenían ni mucho menos perdido todavía (63-50; min. 25). El Valencia Basket había bajado ahora mucho sus porcentajes y eso dio una segunda oportunidad al conjunto ruso. Pedro Martínez decidió entonces parar el choque para aportar un poco de serenidad a sus hombres y algunas soluciones en ataque.

Como no podía ser de otra manera fue San Emeterio el que apagó el fuego con una canasta que sacudió la presión pero que no cambió las inercia del cuarto (65-56; min. 27). Afortunadamente, el rebote ofensivo mantuvo a flote a los locales, que a duras penas lograron mantener la renta al inicio del último cuarto (72-66; min. 31).

El momento era crítico, con Sokolov haciendo mucho daño en la pintura, y era necesario que La Fonteta volviera a enchufarse. Así lo demandaron también los jugadores en la pista, que necesitaban ese aliento como el comer. El público entendió que era su momento ante el preocupante descenso de los porcentajes en el equipo taronja (77-73; min. 35). Los nervios se palpaban en cada acción, con el choque moviéndose ya en márgenes mínimos.

Pese a ello, y gracias a ese gran trabajo en el rebote, el Valencia Basket llegó a los últimos dos minutos con siete puntos arriba (82-75). Parecía que podía ser definitivo pero varios errores ofensivos y una falta muy clara bajo el aro no señalada sobre Dubljevic llevó el partido a un final de infarto a falta de 59 segundos (82-80). San Emeterio anotó con suspense en la siguiente acción, lo que unido a un robo provocado por Sastre y Van Rossom puso todo de cara a falta de 33 segundos para el final. Y más tras la falta personal sobre Dubljevic con sólo ya 16 segundos por jugarse. El montenegrino anotó los dos tiros libres y, con ello, certificó la victoria local en esta primera batalla de cuartos.

- Ficha técnica:

88 - Valencia Basket (27+32+13+16): Vives (6), Rafa Martínez (8), San Emeterio (17), Sikma (9), Kravtsov (2) -cinco titular- Thomas (3), Van Rossom (11), Sato (9), Dubljevic (11), Oriola (5) y Sastre (7).

82 - Khimki Moscow Region (24+18+20+10): Rowland (12), Shved (24), Brown (3), Hummel (13), Todorovic (8) -cinco titular- Pullen (7), Zaytsev (4), Ilnitskiy (3), Monia (-) y Sokolov (8).

Árbitros: Jovcic (SER), Vyklicky (CZE) y Geller (BEL). Eliminaron por faltas personales a los locales Oriola (m.37) y a los visitantes Todorovic (m.40).

Incidencias: primer partido de los cuartos de final de la Eurocopa disputado en el pabellón de la Fuente de San Luis ante 8.400 espectadores