El Valencia Basket no dudó en hacer efectivas las renovaciones unilaterales que le permitían los contratos de Rafa Martínez, Fernando San Emeterio y Guillem Vives, pero en el caso del base catalán, tenían negociada una condición que hace que su continuidad en el club taronja esté muy en peligro.

Y es que durante un máximo de cinco días, la cláusula del jugador baja de los 1,5 millones que tenía hasta ahora a los 300.000 euros por los que se lo podría llevar cualquier club interesado. Una situación que quiere aprovechar el FC Barcelona Lassa después de que el año pasado intentara sin éxito una rebaja de su cláusula para ficharlo.

El propio representante del jugador ya se ha reunido con el club para valorar la situación del jugador, pero en la entidad taronja aún no saben al 100% si el Barça depositará la cláusula de rescisión o si el jugador opta por seguir al menos un año más en el actual campeón de Liga Endesa.

El club azulgrana tiene de tiempo hasta el viernes para acometer el fichaje y el Valencia Basket ya ha comenzado a trabajar en la búsqueda de otro base mientras negocia el futuro de Antoine Diot.