Con la baja de última hora de Guillem Vives y la necesidad de romper la mala racha europea de nueve derrotas consecutivas, el Valencia BasketValencia Baske empezó de la por manera posible el partido de este jueves ante el Zalgiris Kaunas, con un parcial de 0-6 que se amplió instantes después a un inquientante 2-10.

Las numerosas pérdidas y la falta de acierto en el tiro exterior lastraban al Valencia Basket en su intento de remontada, pero Dubljevic primero y Green y Abalde después, mantuvieron vivo a los de Vidorreta en el primer cuarto hasta el punto de acabarlo solo dos puntos por debajo (16-19) pese al daño que hacía continuamente Jankunas.

Pero toda la falta de acierto en el tiro de los primeros diez minutos cambió radicalmente al inicio del segundo cuarto, con dos triples consecutivos de Thomas y Green que pusieron por primera vez por delante al Valencia Basket.

Los taronja, eso sí, confiaron en exceso en ese cambio de tendencia y se excedieron quizá en los lanzamientos de tres hasta el punto de llegar a 17 tiros (23% de acierto), por solo 11 de dos. Una situación radicalmente opuesta a la del Zalgiris, con solo siete lanzamientos de tres por 26 de dos.

Aún así, el intercambio de canastas acabó con el Valencia Basket llegando al descanso dos puntos arriba (36-34) ante los de Jasikevicius, quienes encontraron en Micic al relevo de Jankunas en los segundos diez minutos del partido.

Micic de nuevo y Davies, los dos mejores hombres de Jasikevicius junto a Jankunas, volvieron a poner por delante al Zalgiris al inicio del tercer cuarto. El Valencia Basket empezaba a notar la presión de verse por detrás y los nervios afloraban con el paso de los minutos mientras se abría la brecha con el rival, que acabó el cuarto ocho puntos arriba (46-54).

Con Van Rossom con cuatro faltas desde mitad del segundo cuarto, la remontada se complicaba aún más teniendo en cuenta que era el único base con las ausencias por lesión de Diot y de Vives. Y más difícil aún tras un nuevo triple de Milaknis al inicio del último cuarto que elevó la diferencia a los 11 puntos (46-57).

Solo un triple de Green a falta de dos minutos y medio para el final permitió volver a soñar con la victoria al ponerse a solo seis puntos del rival (59-65). Pero tras recuperar el balón y dos nuevos errores en ataque de los de Jasikevicius, San Emeterio falló los siguientes tres lanzamientos y la remontada ya era casi imposible.

Van Rossom aún recortó la diferencia hasta los cuatro puntos (61-65), pero el rival no volvió a fallar y con dos triples seguidos de Micic y Milaknis, el partido murió con un 63-71 entre algunos pitos de aficionados en La Fonteta.