El Valencia Basket sumó su segunda victoria consecutiva en la Euroliga dando, al igual que el pasado martes, una auténtica lección de orgullo y pundonor ante un rival de la entidad del Unicaja. La diferencia, en esta ocasión, fue sobre todo el premio final que no se obtuvo entonces. Ni las bajas, ni el cansancio ni una desventaja de 17 puntos al inicio del tercer cuarto pudieron con los de La Fonteta. Crecido ante la adversidad, el Valencia Basket vuelve a coger aire en la competición continental y se reafirma en un proyecto que sigue creciendo a pesar de las circunstancias.

Buen arranque del Valencia Basket que provocaron casi de inmediato un tiempo muerto de Joan Plaza (5-9, min. 5). Los taronja salieron con la firme intención de meter balones a la pintura a Bojan Dubljevic, circunstancia que permitió equilibrar algo más el juego con respecto a lo visto el pasado martes en este mismo escenario y ante el mismo rival. Reaccionó el Unicaja ante ese ´cambio de estilo´ de la mano de Jeff Brooks, una auténtica pesadilla junto a Nedovic en toda la primera mitad (17-13; min. 8).

Aparecían los primeros problemas para controlar el rebote, a lo que se sumaba la ansiedad y exceso de individualismo de Erick Green. Afortunadamente, entre la defensa y dos triples consecutivos de Abalde y Rafa Martínez el conjunto taronja consiguió mantener el tipo en los siguientes minutos e incluso volver a ponerse por delante en el marcador (19-21; min. 11). Sería un espejismo. Las faltas, varias pérdidas y el poco acierto ofensivo permitieron al Unicaja seguir dominando el ritmo del partido. Faltaba paciencia y las lecturas eran cada vez peores ante un rival más agresivo en defensa gracias a su mayor fondo de armario (34-27; min. 15).

Las sensaciones no eran buenas a pesar de que, con coraje y talento individual, el Valencia Basket intentaba seguir aferrado al encuentro (36-33; min. 16). Pero sin la aportación de Green (1/7 en tiros de campo antes del descanso) y la inoperancia de un Rudez incapaz de sumar en positivo sobre la cancha (-3 de valoración en cinco minutos), era realmente complicado aguantar el ritmo impuesto por los locales.

La última posesión taronja, con sólo nueve segundos por jugarse y baklón perdido a los seis para que Brooks cerrase el acto anotando, fue el fiel reflejo de la impotencia de un equipo que físicamente parecía roto (48-39; min. 20). Y es que, pese a encajar 29 puntos en el cuarto, la desventaja en el electrónico pudo haber sido mucho mayor en el ecuador del choque. Algo que se pudo comprobar nada más regresar de los vestuarios con el parcial de 8-0 para los locales (56-39; min. 22).

A Txus Vidorreta no le quedó otra que parar el partido para intentar ´despertar´ a los suyos. Y lo consiguió gracias a los ajustes defensivos, el orgullo y un Van Rossom espectacular en los siguientes minutos. El belga lideró un parcial de 2-12 que permitió a los taronja soñar con la remontada (58-51; min. 25). Joan Plaza respondió con otro tiempo muerto y tirando de rotaciones. No le sirvió demasiado en esta ocasión. Entre otras cosas por la buena defensa valenciana, la capacidad para cerrar el rebote y el acierto ofensivo de Rafa Martínez, que estrechó al máximo la renta local en al final del tercer acto (69-65; min. 29).

Unicaja era ahora el que estaba en crisis y había que aprovecharlo. Lo hicieron los de La Fonteta culminando la remontada poco después tras un triple de Van Rossom (72-74; min. 33). La renta fue todavía más allá tras dos buenas acciones ofensivas de Abalde (74-79; min. 34). Fue entonces, cuando mejor estaba el Valencia Basket, cuando llegó la cuarta personal para el motor del equipo, Sam Van Rossom, y una técnica para Vidorreta (81-79; min. 37). Pequeños detalles, entre ellos la odiosa comparativa entre Nedovic y un errático Green, que pudieron haber costado una nueva derrota. No en vano, a falta de 1:24 para el final el marcador señalaba un más que preocupante 83-79.

Pero no, pese a ello el equipo no se vino abajo. Ni siquiera con la quinta falta de Van Rossom se bajó el ritmo. El parcial final de 0-6, con dos tiros libres decisivos de Erick Grenn a falta de 4 segundos, quedó refrendado en la gran defensa final sobre Brooks y Augustine. Ahí quedó sellada definitivamente una gran victoria, la segunda consecutiva en la Euroliga, remontando 17 puntos en el Martín Carpena.

Ficha técnica:

UNICAJA: Díaz (5), Waczynski (6), Salin (3), Brooks (9) y Shermadini (9) --quinteto inicial--; McCallum (10), Nedovic (23), Augustine (8), Suárez (8), Díez (2) y Soluade (-).

VALENCIA BASKET: Van Rossom (15), Green (6), Thomas (2), Doornekamp (9) y Dubljevic (8) --quinteto inicial--; Abalde (16), Martínez (17), Pleiss (12), Rudez (-) y Puerto (-).

--PARCIALES: 19-19, 29-20, 21-26, 14-20.

--ÁRBITROS: Javor (ESL), Paternico (ITA), Panther (ALE). Eliminaron por faltas personales a Van Rossom en el Valencia Basket.

--PABELLÓN: Martín Carpena. 8.338 espectadores.