Txus Vidorreta, entrenador del Valencia Basket, explicó la situación física del equipo antes de viajar a Belgrado para disputar la jornada 26 de la Euroliga ante el Estrella Roja. Lo más llamativo, sin lugar a dudas, es el imprevisto de un proceso vírico que ha afectado a Aaron Doornekamp en las últimas horas. "Está con un proceso vírico, ha querido entrenar pero no ha podido porque acababa de vomitar antes de empezar. En principio, creemos que está en condiciones de viajar y esperamos que en las próximas 24 horas pueda estar en condiciones de jugar. Tenemos a dos jugadores que han jugado todos los partidos, él es uno de ellos (el otro es Will Thomas), y queremos mantenerlo. Y más ante la ausencia de Fernando San Emeterio, es polivalente y nos ha dado mucho en la posición de ?tres?. En cualquier caso viajamos también con Josep Puerto y Triggvy Hlinason para estar atentos a posibles incidencias", destacó el preparador taronja.

También se le preguntó por la situación de Guillem Vives, que sigue sin poder completar los entrenamientos con el grupo. "En cuanto a Guillem ha hecho el trabajo que estaba previsto, está adaptando aún el tobillo al trabajo diario. Las sensaciones son buenas pero sigue haciendo la mitad de los entrenamientos ayer y hoy. Si no hay contratiempos podrá ayudar al equipo mañana y que lo haga algún minuto más de lo que lo ha hecho", explicó Vidorreta.

Sobre Sam Van Rossom, que este martes comenzó a trabajar con el equipo, indicó que "está entrenándose, ha hecho la mitad del trabajo. Se encuentra con buenas sensaciones aunque ayer por la tarde estaba un poco cargado, pero está siguiendo un proceso mejor del que esperábamos cuando se lesionó". "No viaja pero si las cosas siguen así puede estar en condiciones de ayudar al equipo. Va a seguir con el trabajo de recuperación aquí. Pensamos que es más oportuno y queremos que esté en las dos sesiones que tenemos preparadas viernes y sábado reintegrándose al equipo", matizó.

Por último, y respecto a Fernando San Emeterio, reconoció que este caso "es más complejo, es un esguince que debe durar siete o diez días. Lo lógico es que no estuviera el domingo pero lo que estaba claro es que estaba descartado para el choque de Belgrado. Tenemos que ver la evolución en las próximas 48 horas y si el viernes puede hacer alguna prueba, el sábado podría hacer algo del entrenamiento y el domingo podría jugar. Pero hasta el viernes no lo vamos a tener claro en absoluto, ese día podremos saber si está descartado o no y si no lo está habría que ver el sábado", concluyó Vidorreta.