Ya asumido su nuevo rol en el vestuario de La Fonteta, Jaume Ponsarnau atiende a SUPER para dar las claves de cómo quiere que el Valencia Basket juegue bajo sus órdenes la próxima temporada. Repasa el estado de la plantilla, su ‘fichaje interruptus’ por el MoraBanc Andorra y las influencias que ha tenido a lo largo de una extensa carrera en los banquillos.

¿Le pilló por sorpresa la opción de ser el primer entrenador del Valencia Basket?

—Bueno, es una posibilidad que el segundo entrenador tenga la opción de ser primero, pero tal y como fueron los acontecimientos y el hecho de que el club quisiera esperar a tomar una decisión con Txus Vidorreta, parecía que mi futuro estaba fuera de aquí, entre otras cosas porque me salió alguna opción, pero al final, en el momento en el que el club toma la decisión de la no continuidad de Txus y la hace pública, empezó a hablar conmigo y yo me quedé muy contento, en primer lugar, porque eso supone que no haya un fichaje sino una continuidad, con el cambio de rol que supone y de responsabilidades que supone, pero tengo muchas ganas de trabajar con estos jugadores con los que ya he trabajado en los últimos años y muchas ganas también de intentar hacer las cosas que se pueden hacer para que esto funcione y que nuestra gente esté orgullosa de nosotros.

—Y le pilló todo cuando ya tenía casi las maletas echas para Andorra...

—Sí que es cierto que la opción del Andorra era muy buena y estábamos muy ilusionados tanto yo como mi familia, pero salió esta opción y es un paso adelante muy importante el seguir a Valencia como primer entrenador y es un reto enorme.

—Un poco más y llegan tarde porque parecía que solo faltaba anunciarle ya en rueda de prensa en Andorra...

—Bueno, la verdad es que sí había acuerdo y estaba muy ilusionado, pero toda la vida la estaré agradecido al Andorra por el interés que mostraron en mí y espero que a su nuevo entrenador le vaya muy bien.

—¿Cuáles son sus primeras sensaciones como primer entrenador del Valencia Basket y qué feedback tiene de la prensa, la afición, el club...?

—El primer feedback que he tenido ha sido el de los jugadores que han manifestado una alegría y un convencimiento de que las cosas las haremos muy bien juntos. Del club me llega una confianza total, les he visto con ganas de hablar y escucharme, de centrarme en cómo están las cosas, y espero aprovechar que no soy un entrenador nuevo, el ciclo empezó hace dos temporadas y que intentaremos aprovechar muchas cosas de las que hemos vivido para que el paso que demos sea firme y sólido.

—Esta es su gran oportunidad. ¿Es una presión extra?

—Cada oportunidad y la presión llega en función del momento y de las circunstancias, también recuerdo cuando era entrenador del cadete masculino del Tàrrega y me dijeron que llevaría al sub'23 masculino también me supuso un impacto de presión, pero es lo que en cada momento has de afrontar para crecer. Lo importante es tener claro lo que has de tener en la cabeza y es el cómo ayudar a tus jugadores a que lo hagan mejor y jueguen mejor.

—¿Qué objetivos de la próxima temporada?

—Hay que ser consciente de lo que hay y de los que siguen. Hay que tomar decisiones y ver qué jugadores encajan. Con esta idea de Cultura del Esfuerzo, hay muchos jugadores de los que están que encajan muy bien, pero también hay que tener en cuenta otras cosas como son la salud y el encaje global de todo, cómo hemos de defender, cómo hemos de atacar y qué jugadores nos van bien. Hay que tener en cuenta un montón de cosas que nos ayudarán y las posibilidades que da el mercado.

—¿Qué tipo de plantilla quiere?

—Hemos de tener una plantilla con cinco pívots, cinco jugadores que puedan jugar ahí y con tres jugadores que puedan jugar en la posición de cinco porque en el baloncesto moderno, defendiendo tanto en el pick&roll está claro que hay que hace falta allí una acumulación de jugadores, está claro que Dublejvic para nosotros es un referente y tenemos que rodearlo de buenos jugadores que nos ayuden a tener esta posición correcta. La duda llegaba un poco más en la posición de base porque tenemos un jugador con contrato que es Antoine Diot, que se está recuperando de una lesión larga y ahí había algunas dudas, pero espero acertar con el plan porque es clave.

—¿Qué ha aprendido en estos años en el Valencia Basket?

—He aprendido a cómo trabajar con jugadores tan buenos. He tenido la suerte de trabajar con otros muchos jugadores buenos, pero aquí todos son muy buenos, jugadores de un nivel de personalidad altísimo, jugadores que quieren aprender, mejorar y ganar y también he tenido la suerte de trabajar con dos entrenadores muy buenos, muy diferentes. Txus Vidorreta es un entrenador muy táctico, con una formación táctica enorme, y Pedro Martínez es un entrenador que supuso para mí un antes y un después. Todo lo basa en el trabajo del día a día, en entrenar muy bien, con la máxima concentración y a partir de aquí ir estableciendo conceptos que sean de los jugadores. Fue una fuente de inspiración enorme y ahora soy mejor entrenador después de haber trabajado con los dos.

—Qué otros referentes como entrenador tiene además de estos dos?

—He tenido la suerte de trabajar con Scariolo y también ha sido un enorme entrenador con el que he vivido experiencias muy intensas y gratificantes en mi aprendizaje. Me marcó también Ricard Casas, era el tercer entrenador en el Manresa, su deseo, fuerza y rigor me marcaron muchísimo para saber cómo debía ser un entrenador profesional. Xavi García también me marcó muchísimo, era brillantísimo. Óscar Quintana también es muy bueno tácticamente. Orenga en la selección y de todo he aprendido muchas cosas. No soy muy mitómano, intento aprender de todos, pero me es muy seductor el juego de Pedro Martínez y de entrenadores como Messina o Dusko Ivanovic.

—¿Es el Valencia Basket

—Sí porque a diferencias de otros, los proyectos se hacen a partir de los jugadores, pero no solo de su calidad sino de las cosas que transmiten y eso es una exigencia y un estímulo. Hay que tenerlo en cuenta y adaptarse, con exigencia y convencimiento. La mejor forma de convencerles es ser un ejemplo de valores y eso intentaré, que traigan lo mejor de ellos mismos, el 100% de trabajo y de convencimiento.

—¿Qué baloncesto veremos?

—Un entrenador ha de adaptarse y ha de ser consciente de las virtudes que tiene y de las que no tiene. Hay que verlo todo para marcar un modelo ofensivo y defensivo que nos hagan lo más competitivos posibles y hay que tener unos puntos de flexibilidad que nos permitan adaptarse a las circunstancias, como son las lesiones y el rival. Pero siempre partiendo de una identidad que parte de las características de nuestros jugadores.

—¿Le encaja Matt Thomas?

—En el baloncesto moderno, tener un jugador con el que puedas jugador no solo el bloqueo directo sino a otras cosas, es importante. Nos agrada y ojalá lo podamos fichar.