El Valencia Basket y Jaume Ponsarnau tienen un acuerdo para que el técnico catalán se haga cargo de la primera plantilla taronja la próxima temporada. No hubo sorpresas y, como viene siendo habitual las últimas campañas, el contrato es sólo por un año. En la decisión, es un hecho, ha pesado el profundo conocimiento que el de Tàrrega tiene de la plantilla y la entidad, a la que llegó tras los Juegos Olímpicos de Río en 2016 como ayudante de Pedro Martínez.

En este tiempo ha sido siempre más un entrenador 'adjunto' que un ayudante al uso. Primero con el actual preparador del Kirolbet Baskonia, con el que conquistó la Liga Endesa, y en esta última campaña con Txus Vidorreta. Con el preparador vasco, por cierto, compartió también cuerpo técnico en la selección española con Sergio Scariolo como primero en el Eurobasket de 2015 y en los Juegos de 2016. Esta figura del 'adjunto', por cierto, es la que queda ahora vacante con este movimiento.

Y gusta mucho Porfirio Fisac, hasta ahora entrenador del Delteco GBC y que también era claro candidato al puesto de entrenador titular del Valencia Basket junto a Ibon Navarro y Joan Peñarroya. Los tres, sin embargo, ambicionan encontrar acomodo en alguno de los banquillos que han quedado libres en las últimas semanas, a falta de que se concrete también que sucede con el del FC Barcelona.

Ese puesto, por ahora, no urge cubrirlo aunque sí el del resto del cuerpo técnico. En este sentido, con la apuesta por la promoción interna, lo lógico es que tanto Juan Maroto como Javier Vilaplana, además de Ángel Cepeda, continúen en sus cargos. La forma de trabajar, eso sí, será algo diferente que hasta ahora debido, en gran parte, a la experiencia y formación de Ponsarnau en Manresa.

La clave, en este sentido, no está sólo en la evolución y desarrollo de los equipos a lo largo de la temporada, sino también en la mejora individual de los jugadores. De hecho son muchos los hombres que pasaron por sus manos y que acabaron dando el salto a cotas mucho mayores. El ejemplo más claro es el de Sergi Llull y Serge Ibaka.

Sin irnos muy lejos, en clave taronja también encontramos los casos de Rafa Martínez, Rodrigo San Miguel y Justin Doellman, que tras pasar por sus manos ficharon por el Valencia Basket. También Pierre Oriola, previo paso por la LEB Oro y Sevilla, y Albert Oliver, aunque en este caso era técnico ayudante de Ricard Casas. Otros ejemplos destacados son los de Adam Hanga, Xavi Rey, Guillem Rubio, Uros Slokar, Josh Asselin o Dani Díez.

Esa capacidad para hacer mejorar a los jugadores a lo largo de la campaña y saber detectar el talento emergente de muchos de ellos ha sido también muy valorado por el club a la hora de darle, probablemente, la mayor oportunidad de su carrera profesional. «Cuando sus equipos se van desarrollando el jugador se hace mejor. En su baloncesto el jugador participa con una gran toma de decisiones», confesó a SUPER Pedro Llompart.