En La Fonteta, además de lograr un gran éxito con el ascenso a la Liga Dia, el domingo se saldó una importante deuda histórica con el baloncesto femenino valenciano. La repentina y traumática desaparición del Ciudad Ros Casares tras conquistar la Euroliga y la Liga Femenina dejó un vacío que ahora por fin vuelve a llenarse gracias a la firme apuesta del Valencia Basket.El legado del Dorna Godella y del Ros Casares

El baloncesto femenino valenciano necesitaba volver a contar con un equipo en la élite. Y más cuando al hablar de los antecesores del Valencia Basket salen a relucir los nombres del Dorna Godella y del Ros Casares. Dos equipos que dominaron la categoría reina del basket español en la que la próxima campaña se estrenarán las taronja. El Dorna ganó seis ligas consecutivas entre 1991 y 1996, y el Ros ocho de las disputadas entre 2001 y 2012. El legado es muy importante.

Herencia directa de estos dos ‘grandes’ de Europa

El equipo femenino del Valencia Basket es, curiosamente, herencia de estos dos ‘grandes’ queconquistaron también en Europa. Y es que tras la marcha del primer equipo del Dorna Godella a Getafe, el resto de categorías conformaron el Popular Bàsquet Godella del que la familia Ros Casares se hizo cargo en 1999. Tras la desaparición del equipo profesional del Ros en 2012, los nueve equipos femeninos que quedaron ‘huérfanos’ en el pabellón de la Malvarrosa, incluido un equipo sénior, fueron absorbidos por el Valencia Basket en 2014.Manolo Real y Esteban Albert, figuras clave

Manolo Real, hombre de baloncesto vinculado primero al Valencia Basket, donde llegó a ser director deportivo, y posteriormente al Ros, al que llevó a la Final Four de la Euroliga como técnico, ha sido una figura clave en esta transición desde su puesto de coordinador de esos equipos de formación que dejó el Ros. Algo parecido sucede con Esteban Albert, con una dilatada experiencia en el club taronja como técnico pero que también fue ayudante de Miki Vukovic en el histórico Dorna Godella de principios de los 90 que se proclamó campeón de la Copa de Europa, además de primer entrenador del Ros Casares, con el que ganó una Liga Femenina y dos Copas de la Reina. Actualmente, desde su cargo de coordinador de la sección femenina de L’Alqueria del Basket, ha sido el ‘arquitecto’ de este ascenso conformando una plantilla de nivel y acorde a los objetivos marcados.

Históricas jugadoras para asistir al ascenso

Tanto por el Dorna Godella como por el Ros Casares han pasado muchas de las jugadoras más importantes a nivel nacional. Por esto resultó muy especial ver en las gradas de La Fonteta a algunas como Ana Belén Álvaro, Marina Ferragut o Elisa Aguilar, que quisieron ser testigos del regreso del baloncesto valenciano a la élite.

Dos ascensos en apenas cuatro años

Desde que el Valencia Basket se hiciera cargo de la cantera del Ros Casares el equipo sénior ha protagonizado dos ascensos en sólo cuatro años. El primero a Liga Femenina 2 más inesperado y con jugadoras de la casa, este segundo a la Liga Dia con una estructura más profesional y un presupuesto mucho más importante. Algo que confirma la apuesta del club por la sección y que la próxima temporada tendrá continuidad con un proyecto más ambicioso.

La afición vuelve a engancharse a las ‘chicas’

No es una tarea sencilla, pero los 6.200 espectadores que el domingo batieron el récord de asistencia a un partido de Liga Femenina 2 constituyen un dato más que relevante al que aferrarse. La afición ha vuelto a engancharse al baloncesto femenino y ese es un baluarte que hay que potenciar, cuidar y explotar.

Bajo la varita mágica de Rubén Burgos

Apenas ha comenzado su carrera como entrenador pero lo cierto es que todo lo que toca en el club lo convierte en oro. Lo hizo ya en el equipo EBA y lo ha hecho con el femenino. Un hombre de la casa, que siente el taronja como pocos y cuyo trabajo y personalidad tienen una alta valoración en la planta noble de la entidad valenciana.

Noche de celebraciones... antes de la cena oficial

La plantilla celebró el ascenso el pasado domingo por la noche en un restaurante junto a La Fonteta. Algo íntimo y que se prolongó hasta altas horas de la madrugada antes de la cena oficial prevista para este miércoles.