La beca Cultura del Esfuerzo ya se ha convertido en un clásico veraniego en el Valencia Basket. Una beca que, como premio a su esfuerzo durante el curso, permitirá a los 100 primeros jóvenes que acudan a las Oficinas para acogerse a esta iniciativa disfrutar de todos los partidos que se disputen en la Fonteta, tanto del primer equipo masculino como del primer equipo femenino, desde tan sólo 30 euros, cantidad simbólica como compromiso de asistencia.

Para conseguir el abono de temporada, el alumno debe haber aprobado todas las asignaturas. Además, debe tener una calificación de notable o superior en al menos una asignatura de idioma extranjero. En cuanto a la edad, podrán optar al abono todos los jóvenes que hayan nacido entre el 1 de enero de 2000 y el 31 de diciembre de 2004.

Pues bien, pese a que los abonos no se pondrán a la venta hasta las 10:00 de este martes, ya hay jóvenes haciendo cola en las puertas de La Fonteta. Desde aproximadamente las 13:00 de este lunes, han comenzado a llegar estudiantes con sillas de playa, sombrillas y comida para pasar allí la noche y ser los primeros en conseguir el abono para toda la temporada del Valencia Basket. Conforme avance la noche, serán más los jóvenes que se acerquen y que acaben formando incluso una larga cola. Y es que el equipo 'taronja' tiene mucho tirón.

Los dos primeros en llegar han sido Pedro Peñalver y Miguel Puchades, dos jóvenes de 16 años que el año pasado se quedaron sin su abono pese a llegar a las 03:00 de la madrugada a la cola, y que este año han sido más previsores. Y es que, desde las 13:00, están ya acampados en La Fonteta.

«El año pasado llegamos a las 03:00 y ya teníamos delante a las 100 personas que se llevaron el abono y a otras 150 más. Nos quedamos hasta la mañana siguiente a ver si había suerte, gente que no cumpliera los requisitos, pero nada», confiesan.

«Este año hemos ido a asegurar. Hemos tenido una motivación más para estudiar durante el año y no se nos podía escapar. Hemos venido a las 13:00. Hemos traído comida, unos cómics, el Uno, zapatillas de estar por casa, auriculares y la sombrilla, que es lo más importante», afirmaban con todavía 18 horas por delante.

«Yo me aficioné al baloncesto a los 10 años con un videojuego de la NBA. Luego, al ver que había un equipo en mi ciudad, comencé a seguirlo. Y claro, ‘Dubi’ me llegó al corazón», cuenta Miguel.

«Yo empecé con el Eurobasket 2015. El primer año que me puse en serio a seguirlo fue el que ganamos la Liga, así que fue una manera perfecta de estrenarse», afirma Pedro. Este año será su primero como abonados.