Joan Ribó considera el futuro recinto que tendrá como casa el Valencia Basket será «de interés general para la ciudad de València». Y ha explicado las razones: «en primer lugar, porque la ciudad no tiene una instalación de este nivel y aforo, por lo que queda necesariamente al margen de la organización de grandes acontecimientos deportivos, culturales, musicales, de ocio, etc, y quiero que València tenga los impactos positivos que estos espectáculos dan en la ciudad, tanto económicamente como en su reputación».

En este sentido, Joan Ribó ha hecho mención del estudio de impacto económico elaborado por el Instituto Valènciano de Investigaciones Económicas (IVIE), que cifra el impacto anual deste futuro recinto en unos 10 millones de euros anuales y la creación de más de 300 puestos de trabajo. «El proyecto podría convertirse en un elemento singular de referencia de la ciudad de València en el ámbito nacional e internacional, y contribuir a la desestacionalización del turismo en nuestra ciudad». Asimismo, el alcalde ha destacado «el efecto revitalitzador que una instalación como ésta puede provocar en esta parte de la ciudad».

[Las cifras del nuevo pabellón del Valencia Basket]

A la vez, Joan Ribó ha recordado que «cualquier procedimiento que inicie el Ayuntamiento tendrá que respetar, como hacemos siempre, los procedimientos administrativos de planeamiento y concesión demanial, en conformidad con la normativa en materia de urbanismo y la normativa patrimonial de las entidades locales vigentes».

En la moción, el alcalde expone cómo el desarrollo de la iniciativa presentada exige atribuir previamente a la parcela en cuestión un uso global deportivo-recreativo, con los usos terciarios que el PGOU vigente admite como compatibles. Así, y sin perjuicio de lo que resulte de la tramitación urbanística, se considera como un uso urbanístico adecuado y conveniente para la zona de referencia, si se valoran sus buenas condiciones de comunicación y acceso, su proximidad a las actuales instalaciones del Pabellón Municipal de la Font de Sant Lluís y de la Alqueria del Basquet, y la existencia de un nivel de dotaciones públicas y equipamientos en la zona suficientes.

El alcalde, además, ha explicado que el procedimiento de concesión demanial que tendría que regir este procedimiento está previsto en la normativa patrimonial de las entidades locales. Consta de dos fases: una primera de concurso de proyectos, y una segunda de licitación de la concesión. Previamente, el planeamiento habrá de atribuir a la parcela los usos que regularán el futuro recinto deportivo y multiusos, y regulará las condiciones edificatorias de esta instalación.

Por este motivo, en un momento todavía inicial, y una vez recibida la propuesta de iniciativa de Licampa 1617 SL, el alcalde ha querido contar «con el apoyo político del Pleno del Ayuntamiento, donde están representados todos los grupos políticos municipales, ante la envergadura de un proyecto que tiene que ser beneficioso para la ciudadanía y sobre el cual, durante los últimos meses, hemos sido dialogante, con la mirada puesta en los intereses de València».

El proyecto presentado por la mercantil LICAMPA 1617 SL para un recinto deportivo y multiusos tiene un presupuesto que ronda los 192 millones de euros. La empresa ofrece el pago de un canon a favor de la corporación municipal, de carácter variable, calculado sobre los ingresos obtenidos por la gestión del pabellón, referidos a la totalidad de los bienes demaniales objeto de concesión (parcela y subsuelo necesario para la construcción del aparcamiento), y está sometido a un plazo máximo de la concesión de 50 años. Al final de este periodo se revertirán las instalaciones construidas a favor de la corporación.