El Valencia Basket arrancará la próxima temporada con catorce jugadores profesionales en el primer equipo una vez concretada la cesión de Tryggvi Hlinason al Monbus Obradoiro Tryggvi HlinasonMonbus Obradoiro y a la espera, eso sí, de ver qué sucede finalmente con Josep Puerto. Las dudas con respecto al futuro del alero de Almussafes tienen mucho que ver con el estado físico al que varios jugadores llegarán a las primeras semanas de preparación, e incluso a la más que probable ausencia de Louis Labeyrie Louis Labeyrie durante dos semanas si finalmente entra en la lista definitiva de Francia para las ‘ventanas FIBA’.

De todo esto precisamente es de lo que está ahora más pendiente Jaume Ponsarnau, consciente de que esos obstáculos pueden condicionar de manera clara la preparación durante la pretemporada. El caso más claro para el técnico taronja es el de Rafa Martínez, con el que ya sabe desde hace tiempo que no podrá contar prácticamente hasta diciembre. De ahí también que la decisión respecto a la continuidad de Sergi García en el equipoSergi García haya sido firme, y también las dudas en cuanto a ceder o no a Puerto a un equipo de LEB Oro.

Sin embargo, la ausencia del capitán durante estos primeros meses tras su operación en la rodilla derecha no es, ni de lejos, el único problema que se le presenta al preparador manresano. En este sentido, y con la rodilla también como protagonista, está Antoine Diot. El base francés fue operado a finales de noviembre y, lo que en un principio iban a ser entre tres y cuatro meses de baja, le llevaron a perderse toda la temporada.

Por tanto, el estado de formaen el que llegará al próximo 20 de agosto es una gran incógnita. Su recuperación durante el verano, en un principio, está avanzando en el camino correcto y eso hace que en el club haya cierto optimismo respecto a su regreso a las pistas. Ahora bien, hoy por hoy nada es seguro con el jugador galo.

En esa misma posición habrá que terminar de despejar dudas con otro jugador importante para el equipo, Guillem Vives. El catalán forzó más de la cuenta su tobillo bajo las órdenes de Pedro Martínez y la pasada campaña le tocó pagar un costoso peaje. Operado en enero y sin apenas continuidad en el juego debido a varias recaídas, el barcelonés afronta esta temporada con la intención de recuperar su juego y, sobre todo, sensaciones. Habrá que ver si el físico se lo permite y los problemas en su tobillo pasan ya a ser historia.

Y por último, y no menos importante, está la patología de Bojan Dubljevic. Tras una dura campaña condicionada por una dolorosa tendinopatía en el Aquiles, el pívot montenegrino está poniendo todo de su parte para recuperar la salud durante el verano. Primero renunció a las ‘ventanas FIBA’, y luego se puso en manos de los mejores especialistas en AlemaniaAlemania para tratarse. Por el momento, las dos revisiones a las que ha sido sometido han mostrado una clara mejoría y esa ya es una gran noticia. Poco antes de arrancar la pretemporada Dubljevic volverá a visitar a los especialistas para una última revisión y, en su caso, recibir el OK definitivo.