Importante victoria del Valencia Basket (86-67) para ganar en confianza pero ni mucho menos para despejar las dudas que continúa ofreciendo su juego. Y es que a pesar de las facilidades ofrecidas por el Montakit Fuenlabrada, sigue faltando consistencia, regularidad y sobre todo fluidez en momentos puntuales. La conclusión, por tanto, es que queda mucho trabajo por delante para pelear esta temporada con los mejores.

Pese al triple inicial de Marko Popovic, arrancó bien el partido en esta ocasión el Valencia Basket. Una buena defensa cerró el camino del aro al conjunto madrileño, algo que permitió coger muy pronto las riendas del encuentro. Gran parte de culpa la tuvo el acierto ofensivo, sobre todo desde el perímetro, lo que propició la primera renta clara tras un parcial de 11-0 (11-3; min. 4). A Néstor García no le quedó otra que parar el encuentro, al tiempo que Jaume Ponsarnau aprovechó para introducir las primeras rotaciones con la entrada de Vives y Tobey.

Ambas medidas resultaron fatales para el conjunto taronja. Al desacierto individual mostrado por los dos cambios introducidos se sumó ahora intercambio de papeles sobre la pista. El Montakit Fuenlabrada, de la mano de Clark, empezó a llamar a la puerta de la remontada. Y no tardó demasiado en dejárselo claro a los de La Fonteta (13-13; min. 9). El Valencia Basket, muy atascado ahora, vio también como dos errores consecutivos de Vives permitieron a su rival ponerse de nuevo por delante (19-20; min. 11).

Ponsarnau optó por sentar definitivamente al base catalán y dar entrada a Van Rossom. Reaccionaron los valencianos bajo la dirección del belga y el acierto de Dubljevic (27-22; min. 13). Había que apretar en defensa y el Valencia Basket lo hizo. El Fuenlabrada también trató de endurecer su juego, aunque con demasiado ímpetu. Eso les llevó rápidamente a ponerse en bonus y conceder hasta 17 tiros libres al Valencia Basket. Por ahí precisamente volvió a coger el equipo taronja el mando del encuentro, a pesar de que el juego seguía sin convencer sobre la pista (39-32; min. 20).

Poco cambió la decoración tras el descanso, salvo por la firme apuesta de Ponsarnau por Dubljevic y Will Thomas. A falta de buen juego, el talento de estos dos hombres es el que iba a permitir al Valencia Basket estirar un poco más esa renta (55-41; min. 27). Algo ni mucho menos definitivo debido a la irregularidad local, la falta de fluidez y los problemas a la hora de controlar el rebote defensivo. El Fuenlabrada, que había perdonado mucho durante el cuarto, se lo recordó con un parcial final de 0-8 que dejó el choque abierto de cara al último acto (55-49; min. 30).

Parecía que el partido se podía encaminar hacía un final incierto pero nada más lejos de la realidad. La culpa la tuvo el 'despertar' ofensivo de Van Rossom y Matt Thomas. Doce puntos consecutivos de ambos sellaron un parcial de 12-2 que dejó la victoria más que encarrilada (67-51; min. 33). A partir de ahí ya fue todo mucho más sencillo, gracias en parte a los pobres porcentajes de los madrileños desde el 6,75. El Valencia Basket, eso sí, sigue muy lejos de despejar las dudas que viene ofreciendo su juego desde el inicio de la temporada.

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