El Valencia Basket cumplió el guión ante el colista (77-62) aunque, ni de lejos, fue capaz de despejar las dudas sobre su juego tras unos primeros quince minutos en los que siempre fue a remolque de su rival. Y no sólo en el marcador. Fue desde la defensa, y aprovechando la mayor rotación local, desde donde el equipo de Jaume Ponsarnau dio la vuelta a la situación y acabó pasando por encima a su rival en el último cuarto. Eso no borró un pésimo arranque que, todo sea dicho, probablemente también tuvo mucho que ver con el poco tiempo para preparar el choque y la falta de descanso tras el problemático regreso desde Belgrado.

La primera parte resultó realmente compleja y muy difícil de catalogar atendiendo a lo que se vio en la cancha. Dos cuartos en los que el Valencia Basket sufrió muchísimo ante el último clasificado y que dejaron un sabor muy amargo en la grada. Incluido en el máximo accionista, Juan Roig, que permaneció en su asiento con semblante serio varios minutos en el descanso antes de encaminarse hacia el palco VIP como suele ser habitual.

El choque ya comenzó con cierto murmullo en la grada tras un 0-6 inicial del Delteco GBC. Los locales reaccionaron con un parcial de 9-2 que parecía empezaba a poner las cosas en su sitio (9-8; min. 4). Pero nada más lejos de la realidad. Sobre todo tras la entrada de la segunda unidad local, que no entendió demasiado bien por donde iba el encuentro.

La defensa visitante dominaba el choque, saliendo a la contra con rápidas transiciones que destrozaron a los locales. Dani Pérez se adueñaba también del ritmo del partido y, con 10 puntos en el primer cuarto, disparaba al cuadro guipuzcoano en el luminoso (16-28; min. 10). Los pitos en La Fonteta empezaron a hacerse unánimes.

La valoración (13-41) no dejaba lugar a la duda acerca de lo sucedido en la pista. Y así se lo hacía saber el público a su equipo, trasladando también esos nervios que eran más que evidentes (18-30; min. 12). La reacción debía comenzar por la defensa. Ahí Aaron Doornekamp ejerció como despertador. El canadiense, con un inteligente e intenso trabajo atrás, lideró un parcial de 8-0 que devolvió al Valencia Basket al encuentro (30-33; min. 17).

La Fonteta se lo agradeció con una ovación en el momento de ser sustituido tras haber revertido la inercia del choque. Con todo, el equipo de Jaume Ponsarnau aún se fue tres puntos abajo al descanso tras 'comerse' una última posesión que pudo haber recortado aún más esa desventaja (34-37; min. 20).

Algo que no se lograría hasta bien entrado el tercer cuarto con un tiro libre convertido de Will Thomas que, tras casi 22 minutos, volvió a poner a los valencianos por delante en el marcador (43-42; min. 26). Con el de Baltimore como referente el Valencia Basket lograba su máxima renta (47-42; min; 28), que aún pudo ser más de haber estado más acertado desde el tiro libre. Pero la clave estaba en la defensa, que ya comenzaba atragantársele por entonces al Delteco GBC (52-46; min. 30).

Algo que terminó de confirmarse en el último acto, donde el mayor fondo de armario del cuadro local acabó aniquilando la resistencia vasca (69-50; min. 35). Ahí acabó definitivamente un encuentro que, pese a la victoria, no dejó contento a nadie en el palco de La Fonteta. Tampoco en la primera fila donde se sienta Juan Roig. Por tanto, cualquier ecuación continúa siendo posible en el organigrama taronja tras la tensión vivida entre la planta noble del club.Ficha técnica interactiva: