El Valencia Basket dio un paso de gigante a la hora de obtener el billete para la Copa del Rey tras lograr una trabajada victoria en el Coliseum Burgos. Triunfo en el que Will Thomas tuvo un papel fundamental con una actuación soberbia que permitió, no solo coger aire a los suyos en los momentos complicados del choque, sino también aportar fluidez a un juego que por momentos se colapsó casi por completo en ataque.

No era un encuentro sencillo el que tenía por delante el Valencia Basket, más tras confirmarse a última hora la baja de Fernando San EmeterioFernando San Emeterio que se unía a las ausencias también de Bojan Dubljevic y Joan Sastre. Cualquier opción en el choque pasaba ineludiblemente por trasladar fuera de casa la buena defensa practicada en La Fonteta en los últimos encuentros. Así lo entendió el Valencia Basket, muy centrado desde el salto inicial en contener a su rival. Lo malo, sin embargo, es que ofensivamente costó un poco entrar en el encuentro.

La consecuencia fue un empate a cero que se prolongó algo más de dos minutos, hasta que Cancar y Deon Thompson abrieron la lata (4-0; min. 3). Van Rossom, al igual que en las últimas semanas, tiró de galones para 'despertar' a los suyos en ataque. Sus cinco puntos junto a una asistencia dieron rápidamente la vuelta a la situación (6-9; min. 5).

Poco después llegarían las primeras rotaciones y el cuadro taronja lo acusó. El juego se espesó, la defensa se desajustó y, por si fuera poco, Mike Tobey cometió una segunda falta personal que condicionó la rotación interior hasta el descanso (20-13; min. 8). En este caso de manera positiva porque, al contrario del norteamericano, el resto de sus compañeros rindieron a muy buen nivel a partir de ese momento.

Comenzando por Louis Labeyrie, que con tres mates consecutivos oxigenó el ataque valenciano para comenzar a liderar de manera ya muy seria la remontada. La segunda unidad, superados los desajustes iniciales, se hizo fuerte bajo su aro para empezar a crecer de manera sólida y regular sobre la pista. El parcial de 5-16 hablaba por sí solo (25-29; min. 14). Eran los mejores minutos del Valencia Basket y a Diego Epifanio no le quedó otra que parar el choque para frenar la inercia que estaba tomando el enfrentamiento.

Pero el Valencia Basket siguió a lo suyo, buscando el agujero defensivo que 'regalaba' Huskic e incluso pudo haber puesto más tierra de por medio de no haber sido por la actividad y producción de Jaramaz (32-39; min. 17). La fortuna acompañó a los locales con dos triples de Labeyrie y Rafa Martínez que no quisieron entrar, y uno mal tirado de Thompson que si entró tras dar en la tabla (37-39; min. 19). Pero ahí estaban Abalde y Will Thomas, dos de los destacados en el cuarto junto a Vives, Doornekamp y Labeyrie, para arreglarlo antes del descanso (37-44; min. 20).

El partido, sin embargo, aún se pondría mejor tras el paso por los vestuarios. La defensa taronja maniató por completo al San Pablo Burgos, que en poco más de cuatro minutos encajó un nuevo parcial de 2-10 que puso las cosas muy de cara para los de La Fonteta (39-54; min. 23). Pero el partido no estaba ganado ni mucho menos. El Valencia Basket se relajó y como muestra un 3+1 y un 2+1 sobre Frazier que devolvieron al San Pablo Burgos al partido. Ahora eran los valencianos los que no encontraban el camino al aro rival y eso llevó a un 10-1 en contra que complicó otra vez la victoria (49-55; min. 26).

Había que ponerse el mono de trabajo para ganar y así se lo transmitió Ponsarnau a sus hombres en el tiempo muerto que pidió casi de inmediato. Dicho y hecho. El equipo se dio cuenta de la situación y, liderado por Will Thomas, estiró la renta para irse al último cuarto con una clara ventaja (51-64; min. 30). Parecía que con eso iba a ser suficiente en un partido se estaba controlando (58-70; min. 33), pero nada más lejos de la realidad. El alarmante desacierto de Tobey obligó a Ponsarnau a sentarle cuando el Burgos comenzó a acercarse (67-72; min. 35) para refugiarse en un enorme Will Thomas, al que Labeyrie secundó perfectamente en la pintura. La actuación del de Baltimore resultó clave para sellar una victoria muy trabajada en una cancha tremendamente complicada.