Todo hacia indicar este verano que Antoine Diot arrancaría la temporada con el Valencia Basket e incluso muchas eran las esperanzas puestas en que volviese a ser un jugador importante para el equipo. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. De hecho, el base francés apenas ha podido trabajar a las órdenes de Jaume Ponsarnau

Tras superar una complicada lesión en la rodilla izquierda que le tuvo alejado de las canchas durante toda la pasada temporada, el jugador galo llegó a las vacaciones estivales con muy buenas sensaciones. «Si sigo así estaré al cien por cien la próxima campaña», aseguraba ante la prensa a mediados de junio. «Creo que puedo estar preparado para la pretemporada como el resto», señalaba, al tiempo que admitía que había sido «un año muy duros». Lo que no podía imaginar por entonces, desgraciadamente, es que su particular calvario iba a tener un 'extra' esta campaña.

Empezando ya por una pretemporada que arrancó torcida para él y en la que fue encadenando diferentes problemas que no sólo le impidieron jugar los partidos de preparación, sino que retrasaron su regreso a las pistas hasta el 11 de diciembre. Fue en la jornada 9 de la primera fase de la Eurocup ante el Zenit San Petersburgo. Tras más de un año sin competir por fin volvía a ver la luz y, aunque costó que se fuese poniendo al nivel del equipo, parecía que podría llegar a la Copa del Rey en buenas condiciones. Todo se vino nuevamente abajo con la última lesión en el bíceps femoral de la que todavía se está recuperando. Sin Copa y otra vez sin sensaciones, Diot ve como la temporada va pasando y su calvario se prolonga.

Y es que desde que se proclamó campeón de la Liga Endesa Los nueve de esta temporada, en los que sobre todo se buscaba que fuera cogiendo ritmo competitivo, y los dos de la Supercopa de 2017. En las dos campañas anteriores, por contra, acumuló 103 partidos repartidos entre los 73 encuentros en la Liga Endesa, 26 en competiciones europeas y otros 4 de la Copa del Rey donde fue un referente para el equipo.