El Valencia Basket, después del parón provocado por las 'ventanas FIBA', ha vuelto a cargar pilas. Exactamente igual que sucedió en la anterior cita de las selecciones nacionales en el mes de noviembre. El equipo venía de caer en la Liga Endesa ante el Baxi Manresa y el Monbus Obradoiro, además de en la Copa del Rey frente al Barça Lassa. Una dinámica preocupante que Jaume Ponsarnau, con la sinceridad que le caracteriza, achacó sobre todo a la pérdida de energía dentro del equipo.

Es por ello que las dos semanas de las que dispuso para poder trabajar con la plantilla han resultado claves para regresar a la competición encadenando cuatro victorias consecutivas -Delteco GBC y UCAM Murcia en la ACB, y la doble ante el Rytas Vilnius en los cuartos de final de la Eurocup-. Eso aún a pesar de haber tenido que hacer frente a las lesiones con las que regresaron de sus compromisos con España y Montenegro Alberto Abalde y Bojan Dubljevic.

Especialmente problemática resultó la de este último por su peso específico en la plantilla y ser uno de los grandes referentes del equipo en la pista. Afortunadamente, y cuando más se le necesitaba, ahí estaba Mike Tobey para dar un paso adelante y demostrar que también puede ser un jugador importante en la plantilla. El pívot norteamericano, sin lugar a dudas, es uno de los grandes culpables de estos cuatro triunfos seguidos que acumulan los taronja en la última semana.

Su rendimiento se ha multiplicado en estos cuatro últimos encuentros, donde sus números han mejorado hasta un más que interesante promedio de 12,7 puntos, 7,2 rebotes y 18,5 de valoración. Esas buenas actuaciones, unidas a la recuperación de Dubljevic, la solidez de Will Thomas y a un Labeyrie que cada vez está más cómodo sobre la pista, han disparado definitivamente las prestaciones del juego interior del Valencia Basket.

Uno de los que mejor corre el campo no sólo en la Liga Endesa, sino también en el baloncesto continental, y que en el último partido ante el UCAM Murcia firmó 52 de los 89 puntos anotados por todo el equipo -13 puntos de Labeyrie, 12 de Will Thomas, 12 de Dubljevic y 15 de Tobey-.

«Como bloque el juego interior está muy bien. Estamos muy contentos de los pívots que tenemos. Últimamente la subida de nivel de Tobey y Labeyrie nos está dando esta consistencia. Tenemos cuatro pívots para vivir cada momento del partido y esto al entrenador le va muy bien», aseguraba Jaume Ponsarnau el pasado domingo.

Su satisfacción estaba más que justificada. Y más tras un partido en el que pudo repartir los minutos entre todos sus hombres, también en la pintura. En este sentido los cuatro pívots jugaron un tiempo muy similar y ninguno alcanzó los 21 minutos en la cancha.