El Valencia Basket cumplió el guión previsto ante el UCAM Murcia, al que superó con solvencia por 89-65 pese al desgaste de los últimos días con el doble compromiso continental. Partido dominado prácticamente de principio a fin, no sólo en el luminoso sino sobre todo en la pista, donde el equipo taronja no dio la más mínima opción a un rival que venía de ganar al Barça Lassa en la pasada jornada.

El saque de honor de las falleras mayores de la Comisión Convento Jerusalén-Matemático Marzal (Patricia Virosque Casañ y la niña Elena Bolumar Fenollar) anunciaba en La Fonteta la entrada en la semana grande de las Fallas. Semana casi libre de partidos para el Valencia Basket tras su brillante clasificación para las semifinales de la Eurocup y que Jaume Ponsarnau también quiso aprovechar en el choque ante el UCAM Murcia para repartir los minutos entre sus jugadores.

El Valencia Basket, con Fernando San Emeterio y Antoine Diot, entró a la cancha con las ideas muy claras pese al poco tiempo para preparar el partido. Un choque en el que el equipo de Sito Alonso quiso imponer un alto ritmo físico pero que los locales supieron leer a la perfección para abrir el campo y castigar de fuera a la mínima oportunidad (15-7; min. 5).

El Valencia Basket, pese a no estar realizando un juego brillante, sí supo jugar con equilibrio y mantener a su rival a raya desde la defensa en todo momento. Eso permitió controlar el juego sin necesidad de elevar demasiado el listón, dando oportunidad también a los hombres menos utilizados en las últimas semanas. Es el caso de Sergi García o Rafa Martínez, a los que se les vio faltos de ritmo acusando la inactividad competitiva (18-15; min. 10).

Aunque las diferencias en el electrónico no eran demasiado grandes, si lo eran las sensaciones que unos y otros transmitían sobre la pista. Tanto, que en cuanto los taronja apretaban mínimamente el acelerador, la renta se disparaba (27-17; min, 14). Gran parte de culpa la tuvo Bojan Dubljevic, que en esta primera parte demostró estar muy recuperado de su golpe en las 'ventanas FIBA'. Con todo, el encuentro llegó al descanso con una cómoda renta para los de Ponsarnau (38-26; min. 20).

Y más cuando, tras regresar de los vestuarios, dos triples consecutivos de Will Thomas y Rafa Martínez la elevaron hasta los 18 puntos (44-26; min. 21). Reaccionó el cuadro murciano, aunque tímidamente tras un parcial de 0-7 (44-33; min. 24). El UCAM lo intentó pero sin terminar de meterse en el partido pues, en el intercambio de canastas, el gran beneficiado era el Valencia Basket (53-41; min. 28).

Emergió entonces Sadiel Rojas para, haciendo gala de su principal virtud, intentar calentar el partido con una 'sucia' antideportiva sobre Doornekamp. Luego llegaría otra sobre Abalde, embarrando un partido que hasta entonces discurría con total normalidad. El UCAM no entendió de la mejor manera la dureza exigida desde su banquillo, lo que tampoco descentró lo más mínimo a los valencianos, que aprovecharon los tiros libres 'extra' para volver a instaurar la máxima en el marcador (61-43; min. 29).

Ahí acabaría prácticamente el partido para el cuadro visitante, que aunque gastó un último cartucho al final del cuarto (63-50; min. 30), ya sería incapaz de levantarse al último arreón del Valencia Basket liderado por Van Rossom (77-53; min. 34). Hundido ya anímicamente, el UCAM Murcia continuó poniendo actitud pero ya sin convicción alguna en los últimos minutos. La renta final, de 24 puntos, permitió además a los locales colocarse cuarto en la clasificación. De chiste, por cierto, el tiempo muerto de Sito Alonso a 18 segundos del final con 27 puntos abajo. Lo nunca visto. Ficha técnica interactiva: