El partido de los partidos. El último de la Eurocup en el presente curso y el más importante de todos los disputados por el Valencia Basket esta temporada. La Fonteta volverá a ser juez del torneo al igual que lo fue en 2017, aunque en esta ocasión la sentencia debe ser diferente. Así lo atestigua la trayectoria del equipo taronja ante sus aficionados, con un pleno de once victorias en la Eurocup. Por otra parte, los valencianos siempre han ganado al Alba Berlín en casa, donde tampoco han perdido ante un equipo alemán.

Las buenas noticias llegan también desde la enfermería pues Guillem Vives, ausente en los dos primeros partidos de la serie por un desgarro en la unión miofascial de los músculos sartorio y aductor largo de su pierna derecha, realizó este domingo todo el entrenamiento junto al resto de sus compañeros. Sus sensaciones son positivas y, si no hay contratiempos en las horas previas al encuentro, podría ayudar al equipo en este partido.

«Ha podido hacer todo el entrenamiento, ahora hemos de esperar a ver qué pasa después del entrenamiento. Si la respuesta es buena, pasará a ser uno de los catorce jugadores disponibles», aseguró el técnico Jaume Ponsarnau. El base catalán se lesionó tres días antes del primer partido de la final en el partido de la Liga Endesa ante el MoraBanc Andorra, donde fue el mejor hombre sobre la pista. Por eso su presencia resulta muy valiosa en una cita decisiva como esta, aún a pesar de que obligue a Ponsarnau a realizar otro descarte al margen de Sergi García.

También la afición jugará un papel protagonista desde primera hora de la tarde pues se congregará junto a la puerta de acceso de jugadores para recibir al equipo dos horas y media antes del salto inicial. Unos ánimos extra que, con el partido ya iniciado, deben hacer del pabellón una auténtica 'caldera'. No faltará ningún detalle para conseguirlo. El fuego en la presentación, un tifo, 8.000 aplaudidores..., todo es poco cuando, además de un título continental, también está en juego parte del futuro de la entidad. Nos referimos al billete para la Euroliga de la próxima campaña.

Para conseguirlo será clave poner especial atención a la defensa, las pérdidas y el rebote. Tres aspectos decisivos en los dos primeros encuentros de esta serie final. El conjunto dirigido por Aíto García Reneses es el equipo que más pérdidas provoca -15,65- y las aprovecha para correr en transición y conseguir puntos fáciles. En el primer partido el Valencia Basket controló este aspecto y solo perdió 12 balones, pero le recuperaron 19 en Berlín y solo pudo recuperar dos.

El rebote está siendo otro de los elementos clave. En el primer encuentro, el equipo taronja lo ganó pero en el segundo esta estadística se equilibró (33-35) aunque con el Alba sumando 15 segundas opciones. Por último, si algo ha quedado claro en estos dos enfrentamientos es que los valencianos son claramente superiores en el juego interior. Un factor que deben explotar.