Con las bajas de Van Rossom, Antoine Diot, Abalde y Matt Thomas y la cesión de Sergi García al Baxi Manresa, Jaume Ponsarnau sólo disponía de nueve jugadores profesionales para afrontar el partido del pasado sábado ante el Cafés Candelas Breogán. Además estuvo el problema añadido con Josep Puerto y Tomas Pavelka, por lo que la rotación quedó aún más limitada pese a meter en el acta a un lesionado Van Rossom.

Un escenario que, tras muchas semanas relegado a un rol residual, devolvió el protagonismo de antaño a Rafa Martínez. Un jugador carismático, especial dentro del Valencia Basket tanto para el club como para la afición, y que tuvo la oportunidad de volver a hablar sobre la cancha. Y, a juicio de su entrenador, a un buen nivel a pesar de la lógica sobreexcitación en determinados momentos.

«Sus momentos de juego han sido muy positivos, ofensiva y defensivamente. Es una de las buenas noticias. Estamos muy reconfortados con su trabajo. No podía jugar muchos más minutos, pero el ritmo competitivo lo ha llevado bien. Una buena noticia para lo que nos queda», aseguró el preparador de Tàrrega. El de Santpedor firmó 7 puntos -2/3 en tiros de 2 y 1/3 en tripes-, 3 rebotes, 1 asistencia y 2 pérdidas para 5 de valoración en 26:17 minutos sobre la pista. Una auténtica 'minutada' teniendo en cuenta lo poco que estaba contando recientemente.

De hecho, es el partido en el que más minutos ha jugado en la actual temporada, muy cerca de los 25:08 minutos que disputó a mediados de diciembre en la pista del Dolomiti Energia Trento. Fue allí donde firmó, con diferencia, su mejor actuación de la presente campaña con 20 puntos, 3 rebotes y 21 de valoración. Apenas hacía un mes que había vuelto tras su operación de rodilla y Ponsarnau aseguraba que «no sé si es ya el de antes de la lesión de la rodilla, pero está claro que ha jugado bien. Es un buen síntoma porque con él somos más competitivos. Sabe jugar y cuando todos están mal, tiene espíritu y rabia para liderar y contagiar al grupo». Parecía por entonces que el capitán iba a hacerse otra vez con un papel protagonista en la rotación, pero nada más lejos de la realidad.

Su rol, desde entonces, fue decreciendo paulatinamente hasta disputar apenas 1:14 minutos en los últimos siete partidos antes de llegar al Breogán. En este sentido, sólo en 14 encuentros ha jugado 8 o más minutos promediando en ellos 5,4 puntos y 4,5 de valoración en algo más de 14 minutos sobre la pista.

Es por ello que la oportunidad del pasado sábado es todo un balón de oxígeno para el de Santpedor, al que su situación en el equipo y su futuro le tienen muy preocupado. Desde el club, más allá de las circunstancias actuales, valoran su jerarquía y no se descarta su renovación para la próxima temporada. Sin embargo, no será hasta que acaben los playoffs cuando haya una postura clara al respecto.

La idea del jugador, a día de hoy, es seguir jugando el próximo curso aunque no tomará una decisión definitiva hasta saber las intenciones de la entidad taronja. «Creo que ahora no es mi momento, es el momento del club, del equipo... Lo otro luego más adelante ya se verá», aseguró a SUPER hace unas semanas. En caso de tener que salir, Baxi Manresa o Real Betis podrían ser sus destinos en la Liga Endesa.