Con orgullo, con carácter, y dejándose la vida. Así se despidió el Valencia Basket de estos playoffs y de la temporada. No pudo ser. Los locales compitieron hasta el final, pero los errores en momentos clave costaron la derrota en el tramo final. Momento, por otra parte, más que emotivo con el homenaje de toda una Fonteta puesta en pie en el que fue el último partido de Rafa Martínez con la elástica taronja.

Arrancó bien el Valencia Basket, intenso y duro en defensa y con las ideas claras en ataque para hacer daño al Real Madrid (10-3; min. 2). No le gustaba lo que veía a Pablo Laso, que ya desde el inicio protestó prácticamente cada acción y fue apercibido de técnica. Sólo apercibido, como suele ser habitual, pero nada más pese a que no cesó en su particular forma de presionar a los árbitros. Incluso Jaume Ponsarnau llamó la atención sobre un aspecto que sabía podía condicionar la equidad del choque.

Mientras, el cuadro 'blanco' había aprovechado la coyuntura para dar la vuelta al encuentro (12-14; min. 6), lo que obligó a Ponsarnau a introducir las primeras rotaciones. Con Van Rossom y Tobey el equipo recuperó algo de fluidez pese a caer en el error de forzar demasiado desde el 6,75. Por este motivo entró a pista precisamente Will Thomas (19-20; min. 10).

Deck hizo daño en las primeras acciones del segundo acto (21-25; min. 12), pero con el de Baltimore 'on fire' y apretando al máximo en defensa los taronja dieron la vuelta al situación tras un parcial de 13-3 en los siguientes minutos (34-28; min. 16). Laso volvía a ponerse nerviosos. Con Llull anulado el técnico vitoriano recurrió a Randolph para acercarse de nuevo en el electrónico (34-33; min. 18). El partido se calentó, la tensión se apoderó casi de cada acción, incluso con polémica, pero el Valencia Basket sacó fuerzas de donde casi no habían para irse tres arriba al descanso (38-35; min. 20).

Salió a pista mejor el Real Madrid tras el paso por los vestuarios (38-40; min. 21), aunque sería un dudoso 3+1 de Campazzo con falta de Van Rossom lo llevaría la dureza a otro nivel (40-44; min. 23). Dos triples consecutivos de Dubljevic metieron de lleno a La Fonteta en la pelea (46-44; min. 24), aunque por entonces el arbitraje ya había tomado un papel protagonista. Y cuando eso pasa, la balanza suele caer del lado 'blanco' (51-57; min. 27). Como así fue. Aún así el Valencia Basket no arrojó la toalla, y a base de triples, coraje y apretar los dientes en defensa, se fue muy vivo al último cuarto (60-63; min. 30).

Acto que arrancó con canasta de Will Thomas y la cuarta e inexistente falta de Vives (62-63; min. 31). Luego triple de Rudy Fernández y robo de Carroll para parcial de 0-5 que hizo mucho daño (62-68; min. 33). El problema seguía estando en la diferente vara de medir en cada canasta. Pero contra eso había luchar también y los taronja lo intentaron con todas sus fuerzas. Hasta el final. Otro problema llegó cuando se perdió el control sobre el rebote defensivo (72-79; min. 37). Las últimas canastas de Carroll y Felipe Reyes decantaron casi el partido.

Pero los locales volvieron, con carácter, orgullo y demostrando que querían prolongar la serie (78-79; min. 38). El Real Madrid notaba la presión, pero dos pérdidas de Will Thomas acabaron por dar al traste con todas las esperanzas. El equipo 'blanco' aprovechó los regalos para finiquitar el encuentro y meterse en la final por la vía rápida.

Homenaje a Rafa Martínez

Los últimos segundos, con la temporada ya concluida para el Valencia Basket, fueron los más emotivos. La Fonteta se puso en pie cuando Ponsarnau decidió dar entrada a la pista a Rafa Martínez. Con lágrimas en los ojos el capitán se puso la mano en el pecho para agradecer el cariño en una ovación que todos hubieran deseado que no concluyese nunca. Merecía eso y mucho más. Una vez concluido el choque, entregó su camiseta, la última que que ha vestido como taronja, a Juan Roig.