El baloncesto vuelve a La Fonteta. El Valencia Basket arranca la Liga Endesa como local ante un reforzado Morabanc Andorra y con ganas de sumar la primera victoria tras la derrota en la Supercopa ante el Barça y en el partido de presentación ante el San Pablo Burgos.

A pesar de estar aún en construcción -como Ponsarnau admitió días atrás-, el equipo sabe de la importancia del triunfo para alimentar la ilusión de hacer algo grande esta temporada. De hecho, en una Liga que ya no dará billete para la Euroliga, el gran aliciente pasa por competir por el título, aunque no lleve premio añadido.

El propio Jaume Ponsarnau se muestra ambicioso y así explicó ayer cuál debe ser el reto del equipo. «La ACB de por sí es un atractivo enorme y te da un prestigio enorme. El reto es conseguir algo enorme. Es la mejor liga doméstica del mundo». Además, resaltó el nivel de una competición a la que cada año siguen llegando más estrellas. «Creo que la Liga pasada ya fue mejor desde la que estaba Marc Gasol, pero creo que este año, con los dos equipos que han subido, lo será aún más. El año pasado se vio que los equipos de Euroliga podían pinchar contra equipos que estaban luchando por eludir el descenso».

Por ello y porque el club deberá afrontar también la Euroliga más larga con un mínimo de 34 partidos, el técnico taronja destaca que «estamos delante de la temporada más exigente que haya podido vivir este club. Es el momento de crecer en muchísimas cosas. Y en este sentido van los pasos que hemos dado en el tema de los médicos, de los viajes y en la gestión del equipo. El otro gran reto con el que afrontan la campaña es conseguir hacer de una plantilla de catorce jugadores un verdadero equipo.Vamos a tener una plantilla de 14 y muy buenos jugadores y el gran objetivo es que seamos un equipo, es un reto apasionante porque creemos que nadie lo ha hecho nunca antes», señaló.

De momento la suerte acompaña en cuanto a las lesiones y por segunda ocasión consecutiva se verá obligado a hacer un descarte técnico al margen del obligado de Maurice Ndour. «No lo tenemos decidido. Quino viene de un Mundial y en los últimos partidos no jugó. Su estado de forma no es óptimo pero es muy bueno y en los entrenamientos va demostrando muchísimas cosas», señaló Ponsarnau.

El andorrano, en caso de entrar en la lista, podría jugar su primer partido en la Liga Endesa cuatro años después y además, ante su hermano Guillem, base del Andorra.

Quienes sí podrán estar en el encuentro de esta noche son Vanja Marinkovic y Sam Van Rossom, a pesar de los pequeños problemas físicos en los tobillos que sufrieron en el partido ante el Barcelona en la Supercopa, ya que a pesar de ello, no se han perdido ningún entrenamiento de la semana.

Con unos precedentes favorables ante el Andorra, en la vigésimo cuarta participación en la Liga Endesa de manera consecutiva desde que recuperase la categoría en la campaña 1996-97 y sin conocer la derrota en un arranque en casa desde la temporada 2006-07, Ponsarnau sabe que hay que empezar a dar el máximo desde el primer partido para evitar sustos y por ello exige la máxima entrega y concentración. «Hemos de entender que alguna canasta fácil nos la pueden meter porque nos sorprenda algún concepto, pero no nos la pueden meter por esfuerzo, como pasó varias veces en el partido de presentación. Hay muchas cosas que aún no podemos tener controladas, pero a partir del esfuerzo debemos aprender, para que no nos vuelva a pasar contra el Andorra».