El calendario no se lo había puesto fácil al Valencia Basket en el inicio de la Euroliga con dos partidos ante el CSKA Moscú y el Olympiacos, pero los de Ponsarnau no han podido dar la sorpresa en ninguno de los dos encuentros y, lo que es peor, han caído con estrépito en ambos, ya que a los 25 puntos de desventaja de La Fonteta ante los rusos se le suman los 26 en contra ante el conjunto heleno (89-63).

Con las bajas de Labeyrie por lesión y de San Emeterio por decisión técnica, el Valencia Basket afrontó el segundo partido de la Euroliga con la necesidad de sumar su primera victoria, pero consciente de la dificultad de una de las pistas más difíciles de la temporada, como así quedó de manifiesto desde el primer cuarto a pesar de que la afición no llenó las gradas del Pabellón de la Paz y la Amistad.

En un visto y no visto, el Olympiacos puso un 11-0 en el marcador que obligó a Ponsarnau a pedir su primer tiempo muerto a los dos minutos de partido. Una pausa necesaria que dio sus frutos y que propició que el Valencia Basket, con el acierto desde el triple de Jordan Loyd, Brock Motum y Vanja Marinkovic, recortara las diferencias hasta un esperanzador 15-12.

Pero la remontada nunca llegó a consumarse y con un Olympiacos liderado por Spanoulis y Kuzminskas, los de Kestutis Kemzura (entrenador provisional tras la marcha de David Blatt) comenzaron a abrir brecha en el marcador pese a un nuevo triple de Sastre (el quinto del equipo) hasta llegar al inquietante 31-22 al final de los primeros diez minutos.

Tobey recortó diferencias al inicio del segundo cuarto, pero fue un espejismo de un Valencia Basket que se vio superado bajo los aros y que perdió su acierto desde más allá de la línea de 6,75. Nikola Milutinov hacía estragos en la pintura, con nueve rebotes antes del descanso y 13 puntos, pero a la fiesta helena se sumó también Papanikolaou y Printezis para dejar a los taronja con solo 8 puntos en el segundo cuarto y un insalvable 54-30 al descanso.

Había que revolucionar el partido y Ponsarnau apostó por dar entrada a dos bases en la reanudación, con Vives y Van Rossom. El catalán, con un 2+1, recortó diferencias, pero un nuevo triple de Papanikolau (el tercero en su haber) enfrió las esperanzas taronjas, hasta el punto de verse obligado Ponsarnau a pedir otro tiempo muerto con 62-35 en el marcador tras cinco puntos consecutivos de Printezis.

De nada sirvió en esta ocasión. Un Valencia Basket abatido encadenaba fallos en los tiros libres mientras Spanoulis seguía hurgando en la herida llegando hasta los 17 puntos. Solo Loyd lograba maquillar sus números con su tercer triple del partido que le permitió afrontar el último cuarto con 12 puntos.

Kuzminskas, Milutinov y Printezis ayudaron a los suyos a aumentar la ventaja local por encima de los 30 puntos (79-47), momento en el que ya a la desesperada, el Valencia Basket se animó a lanzar triples para intentar maquillar el resultado, Algo que lograron con dos consecutivos de Colom y Van Rossom, que precedieron a otra canasta de Dubljevic tras rebote ofensivo para lograr un parcial de 0-8.

Nada que inquietara demasiado a un Kemzura que comenzó a dar minutos al banquillo manteniendo siempre una cómoda renta, hasta llegar al doloroso 89-63 final.