Otra derrota para el Valencia Basket pero con una cara muy diferente. No se trata tanto de perder, sino de cómo perder, y ante el Barça se cayó compitiendo hasta el final y dejándose todo en la pista por obtener la victoria. Algo que se hubiera logrado en el Palau Blaugrana de no haber sido por pequeños detalles, algún despiste y también un ligero desequilibrio arbitral. Pese a ello, partido sobresaliente de los taronja ante un rival de enorme entidad después del duro correctivo sufrido el viernes en la Euroliga ante el Olympiacos.EuroligaOlympiacos

La sombra de los fantasmas de Atenas aparecieron también en Barcelona en los primeros compases. Si en El Pireo el tanteo inicial fue de11-0, ante el Barça hablábamos de 11-2 en los primeros dos minutos con tres pérdidas de balón incluidas en el bando taronja -dos de Vives y una de Van Rossom-. Pero el Valencia Basket, pese a los 12 puntos en apenas 6 minutos de Mirotic y un marcador más que inquietante (22-13; min. 6), no era ni de lejos el mismo que salió a verlas venir en Grecia.

Los de Jaume Ponsarnau tenían claro que debían dar un paso adelante y lo dieron desde el primer momento dispuestos a competir. De hecho, el tanteo era engañoso en cuanto a las sensaciones que estaba transmitiendo el equipo en la pista. La imagen, tanto en intensidad como en juego, era por fin la de un equipo de Euroliga dispuesto a ofrecer lo mejor de su repertorio.

Algo que se vería sobre en todo en los primeros minutos del segundo cuarto. Quino Colom, con acciones de enorme mérito, se echó el equipo a la espalda y eso llevó a un parcial de 0-7 que puso por primera vez a los valencianos por delante en el electrónico (34-35; min. 15). Sería tras un triple de Dubljevic que, de inmediato, llevó a Svetislav Pesic a solicitar tiempo muerto. Parecía que los de La Fonteta podían sacar provecho de la situación tras la pérdida del Barça nada más recibir las instrucciones de su técnico, pero tocó remar nuevamente a contracorriente.

El choque aumentó de ritmo, de intensidad e incluso en un intercambio de lanzamientos desde el 6,75 del que los locales salieron ganando. Más aún cuando cada error o despiste defensivo taronja era castigado de manera contundente por el conjunto catalán. Esto último quedó ejemplificado con la última canasta de Mirotic, con apenas 2,1 segundos de posesión, con la que el partido de marchó al descanso (53-46; min. 20). Canasta, por cierto, con falta previa sobre Motum y que, tras las protestas más que justificadas de Jaume Ponsarnau, se saldaron con técnica sobre el de Tàrrega.

Fueron tres puntos ‘regalados’ al Barça que, como se vio en el tramo final, fueron determinantes. Tras la reanudación esa sería la renta en la que se movió el choque en casi todo un tercer cuarto en el que el intercambio de canastas fue una constante. Gracias en parte a la brillante actuación de Jordan Loyd, desatado en el terreno ofensivo, y a la entrada de Quino Colom -incomprensiblemente demasiados minutos en el banquillo- (69-60; min. 26). Con el base andorrano en pista el dominio pasó a manos del Valencia Basket y, aunque es cierto que en defensa se echó en falta antes un puntito más para frenar a hombres como Mirotic, ahora los de Ponsarnau parecía que volvían a cogerle el pulso al encuentro y recuperaban la fe en la victoria (74-74; min. 31).

Se había hecho lo más difícil, y el parcial de 5-14 metía de lleno a los de La Fonteta en el partido. Ahí la precipitación y los detalles arbitrales volvieron a complicarlo todo un poco más (81-74; min. 34). Pero lejos de arrugarse, el Valencia Basket siguió fiel a su hoja de ruta con un enorme trabajo colectivo que puso de nuevo las tablas en el marcador a cuatro minutos del final (88-88; min. 36). Dos ataques hubo ahí para ponerse por delante, y no los aprovechó. Si lo hizo el Barça (92-88; min. 38), a lo que respondió Loyd con un 3+1 a falta de 1:14 para el final (92-92).

Hasta ahí llegaría el Valencia Basket. Una dudosa falta de Ndour sobre Mirotic, que ‘vivió’ más de tres segundos en la zona, y una pérdida posterior de San Emeterio condenaron a un equipo que lo dio todo y que también echó mucho de menos a Quino Colom en los últimos minutos. Y eso que Loyd tuvo la prórroga en su mano con un triple, y que luego Motum, tras capturar el rebote, erró de manera difícilmente explicable otra canasta fácil bajo el aro para posteriormente perder el balón y decantar definitivamente la balanza para el Barça.

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