El Valencia Basket viaja este jueves a Atenas para disputar el viernes su séptimo partido de la Euroliga ante el Panathinaikos, pero aunque Jaume Ponsarnau pudo contar este miércoles con los 14 jugadores de la plantilla en el entrenamiento en La Fonteta, uno de ellos no viajará a la capital helena, Sam Van Rossom.

El base belga pudo trabajar prácticamente al mismo ritmo que el resto durante la sesión matinal y su recuperación es un hecho, pero teniendo en cuenta que están todos los jugadores disponibles y que le conviene ganar confianza en la rodilla izquierda tras su última lesión, el cuerpo técnico ha preferido aplazar al menos un partido más su regreso a las pistas para que siga trabajando por su cuenta y poder volver así conplena confianza y al 100%.

En función de cómo evolucione estos días, se valorará de nuevo la conveniencia de que viaje a Murcia para jugar el domingo ante el UCAM, pero el propio Ponsarnau ya seguró este miércoles antes del último entrenamiento en La Fonteta, que "él se siente bien, pero tiene la duda del escenario, de la intensidad en el cinco contra cinco, a ver cómo se encuentra. Ha seguido teniendo molestias, pero son lógicas en el proceso de recuperación que ha llevado, el tema está en cuándo detectar que estas molestias, a pesar de que existan, no condicionan a su juego y a los que nos pueda aportar. También debo de ser coherente y buscar nuestro máximo potencial. Si en ese partido, por lo que vemos, aún no lo podemos encontrar, habrá que ser paciente y esperar al próximo partido", como así será finalmente.

La plantilla, por su parte, hará esta tarde un último entrenamiento en el Oaka de Atenas antes del partido de mañana contra el Panathinaikos.